Un manto hermoso color purpura lucirá “La Chinita” en su bajada

El púrpura fue el color escogido para el manto que en su día de la Bajada llevará la Virgen de Chiquinquirá.

Lo ofrendaron  María Isabel González y Nazem Noueihed. Lo diseñó José Alfredo Romero y la confección es de Miriam Rodríguez.

“Desde épocas antiguas, el   púrpura es aplicado a las vestiduras de altas dignidades. Por lo que para esta ocasión especial, como es el reencuentro con su pueblo, nuestra Patrona lucirá en su Bajada un manto púrpura, con flores de brillantes de colores morados, dorado, rosa, fucsia y rojo. En el centro tiene el emblema mariano, con el que se ratifica a María como Madre de Todos y Dignidad de un Pueblo”, explicaron en la Basílica.

El manto fue bendecido, junto a los del 18 de noviembre y el de la Aurora, el pasado 16 de octubre, por el presbítero Nedward Andrade.

La Chinita en su Bajada trae bendiciones, esperanza y alegría

Es el acto más esperado por la feligresía, el servidor de María, la hija de María, el gaitero,  el zuliano, aún de aquellos que desde otros países siguen venerando a la Chinita, tanto que la Bajada –que este sábado 26 de octubre  reúne a la grey en la plazoleta de San Juan de Dios– tendrá sus ‘réplicas’ en decenas de lares, a donde también llevó la migración a la Virgen.

Lo que siente el devoto un día como hoy es indescriptible. Así coinciden muchos. Ver la Reliquia de la Chiquinquirá descender por el tobogán hace latir más rápido los corazones. Los feligreses, unidos en oración y gaitas, lloran, cantan, aplauden… es un caudal de emociones.

La misa de la Bajada inicia a las 5:00 pm.

“Como feligrés,  puedo decir que la Bajada es el reencuentro de la Patrona con su pueblo que tanto la  venera, una Bajada es una lluvia de bendiciones, esperanza y alegría… pero como servidor de María siento que nuestra Madre viene, nos abraza y nos dice: ‘Todo está bien, yo estoy con ustedes y les traigo a mi Hijo, el salvador del mundo”. Así describe ese momento  Irrasgui Padrón, presidente electo de la Sociedad Religiosa Servidores de María.

Para Ángel Fuentes, servidor y uno de los joyeros de la Chiquinquirá, “verla bajar del nicho a la Chinita  es un momento único. La gente aplaude, llora, grita sus ¡viva la Virgeeeeen!, se oyen gaitas y fuegos artificiales. Huele a rosas.  Todo el mundo la mira… sé que todo está coordinado y siento una paz indescriptible”.

La misa de este sábado 26 de octubre la oficiará el obispo de Punto Fijo, monseñor Carlos Cabeza. En la plazoleta, a reventar de fieles, y junto al clero dirigirá su mensaje en esta Bajada, que marca el inicio de la fiesta patronal cuyo lema es María es Madre de todos y dignidad de un pueblo.

La devota Melba de Ramos, desde la redes sociales, agrega que la Bajada de La Virgen es esperada por todos nosotros como una gran bendición”.

José Nava: Espero a la Chinita con esperanza

José Nava es otro servidor de María, desde hace 10 años. “La Bajada de la Virgen la recibo con fe y devoción. Es un momento muy especial que despierta una emoción indescriptible. Y este año la espero con ansias y lleno de esperanza, para que nos bendiga y guíe en la toma de decisiones en todos los aspectos de nuestra vida”.

Kegnis Paz: La Virgen nos invita a renovar la fe y el amor

Kegnis Paz, hija de María, opina: “La Bajada es la llegada de la Virgen para encontrarse con su pueblo. Es la oportunidad de tenerla y sentirla cerca, poder servirle y pedirle los favores que por medio de nuestra fe anhelamos. Es dejar de lado rencores, malos pensamientos y renovar el amor y la fe en nuestros corazones”.

La Chinita nos sostiene en estos duros momentos: Deyanira Gollarza

“Lo que veremos este sábado con la Chinita es lo máximo”, resume la devota Deyanira Gollarza.

“No tengo madre y a la Virgen la siento como mi madre y verla bajar me llena de una emoción que solo la manifiesto con lágrimas. La Chinita es quien nos está sosteniendo en estos momentos tan duros y le rogamos su protección”, continuó.

La Bajada es el acto más esperado por los católicos: Jorge Plaza

Jorge Plaza, servidor de María, dijo que este acto de descenso del camerín que hace la Chiquinquirá   aumenta la fe. “Nos invade la alegría y a mí particularmente me hace feliz porque con amor y felicidad le sirvo. Es el acto más esperado por los zulianos que profesan la fe católica, especialmente por la Chinita”.

Le pido nos bendiga porque la necesitamos: Wildaly Áñez

Otra hija de María, Wildaly Áñez, refiere: “Es un momento hermoso. Es un sentimiento maravilloso tenerla tan cerca que olvidas lo malo y te llenas de esperanzas. En mi caso siempre quise ser su servidora y ahora que tengo la oportunidad, como hija de María, es lo mejor que me pudo haber pasado. Desde ya le pedimos que nos bendiga a todo porque lo necesitamos”.

Vanessa Delgado: La Bajada es el inicio de una renovación de nuestra fe

“Quienes amamos a la Virgen de Chiquinquirá sabemos que su Bajada es el inicio de una renovación de nuestra fe. Es el reencuentro de los devotos con su Virgen sagrada. En mi familia tenemos varios años que nos mandamos a hacer unas franelitas con su imagen y nos venimos a la Basílica para esperar su Bajada”, comenta Vanessa Delgado, devota.

Es un momento para mirar a nuestros hermanos con compasión: Arlene García

Arlene García, otra creyente, afirma: “Definitivamente, la Bajada es el momento más esperado por los zulianos de fe. Es el encuentro de la Virgen Madre con sus hijos. Es un momento importante porque renovamos nuestra fe y amor. Es un momento especial donde limpiamos nuestro corazón y miramos con amor a nuestros hermanos con compasión, sin importar que   piensen diferentes a nosotros. Es momento de perdón y reconciliación”.

La emoción que siento no tiene comparación: Alba Garrido

Alba Garrido, también devota, señala: “La Bajada de nuestra Chinita es la oportunidad de demostrarle nuestra devoción. La emoción que siento no tiene comparación, es una experiencia espiritual única que de verdad no tiene comparación. ¡Viva nuestra Virgen, viva el Zulia y que aumente nuestra fe y esperanza!”.

Agencias