El último partido de preparación de la Vinotinto antes de afrontar las eliminatorias suramericanas para el Mundial de Catar 2022, es también en ensayo final para que el técnico Rafael Dudamel termine de purificar mañana ante Japón (6:25 a.m.) los diversos modelos de juego que tiene en su pizarra de indicaciones.
En la Copa América y en los últimos partidos de preparación contra Bolivia yTrinidad y Tobago, Dudamel enseñó varios modelos para armar en la cancha. El primero es el fútbol relámpago, a lo Jurgen Klopp en el Liverpool, de presión alta para recuperar en el campo rival o repliegue intenso para buscar salidas sin mucha elaboración, aderezadas con pases profundos para atacar por fuera con extremos muy veloces como Darwin Machís y Jhon Murillo.
Esa estrategia funcionó en Copa América para empatar ante Perú y Brasil y vencer a Bolivia, pero fue ineficaz ante una Argentina extrañamente asustadiza que entregó el balón a la Vinotinto en cuanto tomó ventaja en el marcador.
En las recientes victorias en el estadio Olímpico de la UCV, Dudamel enseñó otros registros. Sacrificó músculo y añadió creatividad con la presencia deRómulo Otero para que comandara el juego asociativo de toque al espacio, paredes y su magistral golpeo de pelota detenida que sirvió para derrotar 4-1 a Bolivia y 2-0 a Trinidad y Tobago.
Contra Japón, Dudamel debe cuidar las transiciones defensivas, porque se trata de una selección que avanza a ritmo vertiginoso y pondrá a prueba la capacidad de la Vinotinto para replegarse de manera ordenada.
De allí que será una oportunidad inmejorable para ensayar el fútbol relámpago con tres medios de recuperación, y el juego combinativo con Otero y Yeferson Soteldo como portaestandartes de la creatividad. El lance también servirá para evaluar el rendimiento de Yordan Osorio en el centro de la defensa y definir quién es el más apto para ocupar la demarcación izquierda, una debilidad de la selección.
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