Comercio “callejero” se resisten a dejar la actividad diaria retando el virus
Buhoneros, carretilleros, vendedores ambulantes y todo tipo de comercio “callejero” se resisten a dejar la actividad diaria en el centro de la ciudad, retando el virus y las restricciones legales para buscar el sustento diario de sus familias, mientras los llamados “bodegones” no bajan su ritmo de trabajo a pesar de ciertas alarmas que preocupa a la gente.
Durante un breve recorrido este fin de semana por el “macrocentro” de Barquisimeto, se confirma la intensa actividad comercial, movimiento de personas y tránsito vehicular, donde si bien es cierta la gran mayoría usa el tapaboca, muchos se olvidan del “distanciamiento social” y las normas mínimas de higiene.
Las calles y avenidas del centro permanecen normales, donde el comercio informal mantiene su nivel y se pueden ver por toda la avenida Vargas y las carreras 21, 22 y 23 en su largo recorrido hasta la calle 42, así como en otros sectores y comunidades, entre ellas la “Ruezga Sur” donde se confirmó el caso positivo de un albañil.
“No podemos parar. Tenemos que salir a buscar a Dios y darles de comer a nuestros hijos. No podemos quedarnos en nuestras casas porque nosotros vivimos del día y no tenemos para comer”, comentaba un vendedor ambulante de la avenida Vargas.
“Hasta ahora el estado Lara registra 120 casos confirmados de coronavirus, entre los llamados “comunitarios” e “importados”, siendo los municipios Iribarren y Torres lo que mantienen la mayor cantidad de personas positivas”, tal y como lo informó la gobernadora Carmen Meléndez desde el “Puesto de Comando Estadal”, agregando que “desde este lunes 29 de junio se laborará de 7 de la mañana a 1 de la tarde”.
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Esa misma realidad en el centro de la ciudad se pudo comprobar en los mercados populares, específicamente en el Mercado Terepaima, nuevamente abierto, donde a veces la gente se olvida que estamos en medio de una grave pandemia, con cifras alarmantes que en el caso del estado Lara aumentan cada día; y realizan sus compras abstraído de una cruda realidad que está enfermando a la población.
El decreto del ejecutivo regional que restringe la circulación de personas y vehículos a partir de las 2 de la tarde sigue vigente, sin embargo muchos hacen “caso omiso” a estas medidas y se mantienen activos por diferentes calles y avenidas de la ciudad, siempre bajo el pretexto que “tienen que trabajar para poder vivir”.
El centro de Barquisimeto recibe todos los días miles de transeúntes que acuden a comprar sobre todo frutas y verduras, sin respetar la distancia que debe imponerse entre cada persona, mientras los organismo policiales hacen un esfuerzo para orientar sobre cómo deben asumir la permanencia en la zona comercial.
¡Alerta los bodegones!
Los llamados “bodegones” han proliferado en Barquisimeto durante los últimos años, sobre todo en la zona del este y centro de la ciudad, ya que se han convertido en “alternativas” a la hora de buscar muchos productos de la cesta diaria, en ambientes más cómodos, seguros y con mayor variedad de productos nacionales e importados.
Sin embargo, estos establecimientos comerciales no escapan a la inconsciencia y el “relajo” de muchos compradores, que sintiéndose seguros por llevar tapabocas, guantes y mascarillas especiales, se aglomeran dentro de los locales sin saber que el coronavirus “acecha” sigilosamente.
Ya las autoridades sanitarias de la región alertaron a los propietarios de estos bodegones, sobre la necesidad de imponer las normas especiales de protección e higiene en sus instalaciones, que además del gel en las entradas y la señalización respectiva, programen periódicamente procesos de “desinfección” amplia en todas sus áreas visibles y depósitos, para evitar focos de contagios que luego lamentarían.
“El virus acecha y ya está por el este de Barquisimeto”, dijo recientemente la gobernadora Carmen Meléndez, tras confirmarse nuevos casos de contagios entre personas residentes de la parroquia Santa Rosa, y de un médico internado en una clínica del sector.
Esta situación en muchos “bodegones” del este de Barquisimeto ha causado cierta “alarma” entre asiduos compradores de la zona, luego que se confirmara el caso positivo de una señora residente en el edificio “El Parque”, quien frecuentaba uno de estos establecimientos de expendio de alimentos, y hoy se encuentra confinada en un centro de salud.
También está el caso aún no confirmado por las autoridades, del encargado del depósito de un bodegón cerca de la urbanización “Nueva Segovia”, quien tras presentar los síntomas clásicos de un “resfriado común” fue diagnosticado con covid-19, lo cual mantiene sumamente preocupados a los propietarios del negocio de víveres, por el temor de que algún otro empleado o cliente se haya contagiado del virus.
“Un mínimo error, un solo descuido y nos lamentaremos, por eso no podemos bajar la guardia en ningún momento”, dijo recientemente Carmen Meléndez desde la ciudad de Carora, donde existe un “foco peligroso” de coronavirus relacionado al registrado en el “Mercado Las Pulgas” de Maracaibo.
Definitivamente, solo por la conciencia y el sentido común de la gente se podrán lograr la contención de este virus mortal, que está diezmando parte de la población en el planeta y que en el caso de Venezuela, pareciera que apenas “comienza la batalla” para evitar que la curva exponencial siga subiendo.
Comercio “callejero” se resisten a dejar la actividad diaria retando el virus
