Una delegación estadounidense, compuesta por fiscales y miembros del FBI y de los servicios secretos de EE UU, inició hoy una investigación judicial en Ankara centrada en la cofradía del disidente predicador turco Fethullah Gülen, aseguró la cadena turca CNNTürk.
El Gobierno turco cree que Gülen, exiliado en EEUU, impulsó el fallido golpe de Estado militar de julio de 2016, y ha declarado su cofradía “organización terrorista”, si bien esta red religiosa estuvo aliado con el propio Gobierno hasta 2013.
La delegación norteamericana empezó en el Palacio de Justicia de Ankara los interrogatorios de varios “gülenistas” detenidos bajo la acusación de ser dirigentes de la asonada y asistió a una sesión de un juicio.
La prensa turca no ha dado detalles sobre la composición de la delegación estadounidense ni de qué institución u órgano depende.
Turquía exige la extradición de 84 personas exiliadas en EEUU que considera miembros de la cofradía, entre ellos el propio Gülen, que reside desde 1999 en el estado de Pensilvania.
Varios altos cargos turcos han afirmado que el Gobierno ha enviado “cajas enteras” de material y pruebas a Estados Unidos para documentar la implicación de los sospechosos en el fallido golpe de Estado, pero aparentemente sin poder convencer a las autoridades judiciales estadounidenses.
El miércoles pasado, el ministro de Justicia turco, Abdulhamit Gül, insistió en una entrevista con la cadena CNNTürk en que no hay obstáculos legales para que EEUU extradite a Gülen, subrayando que “en Turquía no existe la pena de muerte”.
Agregó que hasta el momento la demanda de extradición tampoco había sido rechazada.
Durante la cumbre del G-20, celebrada hace un mes en Buenos Aires, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que su Gobierno trabaja en el asunto de la extradición de Gülen.
Sin embargo, un destacado jurista entrevistado por CNNTürk aseguró que EEUU probablemente extraditará a algunos miembros de la cofradía, pero no al propio Gülen.
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