Un tren se descarriló el pasado jueves en la ciudad de Anacortes, en el estado de Washington. Autoridades estadounidenses informaron que el ferrocarril pertenecía a la empresa BNSF Railway y que hasta ahora se han derramado por lo menos 3 mil 100 galones de combustible diésel.
El Departamento de Ecología del estado de Washington refirió en un comunicado que están respondiendo al descarrilamiento del tren. Esto ante la posible amenaza ecológica que podría suponer el derrame de combustible, porque el diecel se filtró a la tierra.
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El ente estadounidense indicó que “El derrame ocurrió en una berma y la mayor parte del diésel se filtró en el lado de tierra. Sin heridas”.
Por su parte, el comandante de incidentes de BNSF Railway, Justin Piper, dijo que seis de los doce vagones del tren estaban vacíos al momento del incidente.
Pipper dijo también que se realizarán las investigaciones necesarias para determinar las causas del descarrilamiento. No es la primera vez que un ferrocarril de esta empresa colapsa. Otro incidente parecido ocurrió en el distrito de Mohave, en el estado de Arizona.
Medios internacionales indican que este año los accidentes de tren se han vuelto frecuentes en Estados Unidos. Aluden a un accidente acaecido el 9 de marzo en el Condado de Calhoun. Ese habría sido el tercer descarrilamiento de la compañía Norfolk Southern en un mes.
Con informaciòn de: VN
