Tras el tiroteo registrado el domingo en Texas que dejó 26 personas fallecidas, mientras otras 20 resultaron heridas, el presidente de los Estados Unidos (EEUU), Donald Trump se negó a endurecer los controles para portar armas, y ha enfilado su discurso en asegurar que ese país tiene muchos problemas de salud mental.

“Es un poco pronto, pero está claro que nos encontramos ante un problema de salud mental de alto nivel. Tenemos muchos problemas de salud mental en nuestro país (…). Es algo que hay que abordar de manera seria, pero no es un problema de armas”, manifestó desde Tokio, Japón, país donde se encuentra desde el domingo como parte de su primera y extensa visita por Asia, y que lo llevará en los próximos días a Corea del Sur, China, Vietnam y Filipinas.

Trump, quien es cercano a la poderosa Asociación Nacional del Rifle, organización que defiende el derecho de portar armas, manifestó: “Afortunadamente alguien más portaba un arma que apuntaba en la dirección opuesta, si no hubiera sido mucho peor”, citan medios internacionales.

El responsable del tiroteo fue identificado, según varios medios de comunicación, como Devin Kelley, de 26 años, un ex soldado de la Fuerza Aérea, quien murió después de una persecución por parte de un residente local que armado con su propio rifle confrontó al criminal.

Kelley abrió fuego contra quienes asistían a un servicio dominical en el templo First Baptist Church de Sutherland Springs, Texas.

Los hechos violentos en Texas tienen lugar un mes después del tiroteo registrado el 1 de octubre en Las Vega, cuando Stephen Paddock, un contador jubilado de 64 años de edad, abrió fuego contra una multitud presente en un concierto de música country, que dejó 59 fallecidos.

Más armas que habitantes

No hay una cifra exacta hasta la fecha sobre cuántas armas hay en Estados Unidos en manos de civiles; sin embargo, para 2015 se calculaba que de 321 millones de habitantes que habían en suelo estadounidense, existían 270 millones de armas de uso privado entre su población, de acuerdo a datos reflejados en diciembre de ese año por el diario español El País.

En octubre de 2015 el diario español El Mundo refería que entre los seis primeros años del gobierno del entonces Presidente de EEUU, Barack Obama, es decir entre 2009-2015, se vendieron en esa nación 61,2 millones de armas de fuego.

Usando estimaciones provisionales, Michigan Open Carry -un grupo que promueve no sólo la tenencia de armas, sino el derecho a llevarlas y a mostrarlas públicamente- cree que desde que Obama llegó a la Casa Blanca se han vendido 80 millones de armas de fuego, reseñaba en esa oportunidad el citado medio.

En octubre de este año, el diario español El País señalaba que se calcula que cada año en EE UU mueren 33.880 personas por disparos de armas de fuego, lo que equivale a un promedio de 93 fallecidos al día, según datos de la Campaña Brady.

AVN