Trabajar de pie: El dolor silencioso que afecta a miles en Barquisimeto

Las calles y avenidas de Barquisimeto son el escenario de miles de vidas que se construyen con esfuerzo. Desde la señora que atiende la bodega de la esquina, el peluquero que nos deja impecables o los mesoneros que recorren los pasillos de nuestros restaurantes favoritos, todos ellos comparten un sacrificio en común: largas jornadas de trabajo que transcurren sin un descanso para sus piernas.

El cuerpo humano, a pesar de su resistencia, no está diseñado para la inmovilidad prolongada. Permanecer de pie durante horas, aunque es parte esencial de muchos oficios, ejerce una presión constante y silenciosa que, con el tiempo, pasa factura. Al principio, se manifiesta con un simple cansancio o una molestia pasajera al terminar la jornada, pero los expertos advierten que las consecuencias a largo plazo pueden ser mucho más graves.

El Dr. Gustavo Sánchez, especialista en medicina integral, nos lo explica con claridad: «Si bien estar de pie es una posición natural, se convierte en un problema cuando se mantiene sin cambios ni descansos». Y el problema va más allá de las piernas. «La presión constante sobre la espalda, las rodillas y las caderas puede resultar en dolor persistente y afecciones articulares», añade.

En una ciudad como la nuestra, donde la gente se rebusca a diario para salir adelante, este tema es crucial. La salud no debería ser el precio a pagar por el trabajo. El constante estrés sobre el sistema circulatorio y musculoesquelético puede derivar en problemas crónicos como várices y edemas, una realidad dolorosa que afecta a muchos larenses.

Entonces, ¿qué se puede hacer? El doctor insiste en que la prevención es la clave. «No se trata solo de evitar una molestia pasajera, sino de proteger la salud y el bienestar a largo plazo de millones de personas». Sus recomendaciones son sencillas pero efectivas, tanto para los trabajadores como para los empleadores, como el uso de calzado adecuado en los puestos de trabajo y descansos regulares para sentarse y estirar las piernas.

La economía de Barquisimeto se sostiene gracias al esfuerzo diario de quienes trabajan incansablemente. Es fundamental que tanto empresas como trabajadores tomen conciencia de este problema y busquen soluciones. La salud no es un lujo, es una necesidad. Protegerla es responsabilidad de todos para asegurar que el trabajo no se convierta en una fuente de dolor.

Carla Martínez / Noticias Barquisimeto