Tomar café es una bendición, pero no en exceso

Unos toman café, varias veces al día. Otros, Coca-Cola o alguna de sus versiones, y otros, prefieren bebidas energéticas, entre las que reina Red Bull con 80 miligramos de cafeína. En un mundo en el que necesitamos ser brillantes, ingeniosos y productivos las 24 horas del día, la cafeína triunfa.

¿Qué hay de malo con animarnos con un poco de cafeína? La dosis letal es de 5.000 miligramos, luego habría que beber 40 tazas de café bien cargado en un corto periodo de tiempo y, la verdad, no es lo habitual. De hecho, las intoxicaciones mortales por cafeína son una curiosidad médica.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Barcelona investigó el efecto de un café con azúcar sobre el rendimiento intelectual de 80 estudiantes universitarios, y se comprobó que las dosis bajas de una mezcla de cafeína y glucosa, como las que se encuentran en una taza de café o en un refresco de cola, mejoraban el rendimiento, el aprendizaje y la memoria.

A partir de los 500 miligramos de cafeína consumidos, empezaban a aparecer estados de ansiedad y sobre estimulación. A cambio, se consigue la ilusión de estar despierto y lleno de energía.

¿Cuándo empezamos a consumir demasiada cafeína?

Entre 75 y 150 miligramos. Se eleva la temperatura, el ritmo respiratorio y los niveles de ácido gástrico en el estómago. Cantidades más altas pueden producir ansiedad, irritabilidad, insomnio, taquicardia y diarreas.

A partir de 350 miligramos diarios consumidos durante un mes, aparece el síndrome de abstinencia (irritación, cansancio y depresión).

Con un consumo habitual de más 650 miligramos diarios se pueden producir úlceras gástricas, niveles de colesterol elevado, insomnio crónico, ansiedad y depresión. Se asocia con enfermedades cardíacas y ciertos tipos de tumores asociados a los alquitranes del café.

Un vaso de bebida de cola aporta entre 35 y 40 miligramos; una taza grande de café, aproximadamente unos 100 miligramos.

Noticias24