Todos los 21 de marzo se celebra el día Mundial del Síndrome de Down, para recordar que todas las personas con este síndrome deben tener la oportunidad de disfrutar de vidas plenas, tanto en igualdad de condiciones con las demás, como en el resto de aspectos de la sociedad.
El acceso a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, como la investigación adecuada, son esenciales para el crecimiento y el desarrollo de una persona que nace con esta alteración genética.
Este síndrome es una combinación cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana; existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje. Además, de las características físicas o la salud; y, contrariamente no tiene que ver con el retroceso de la especie.
En Venezuela y en Barquisimeto existen organizaciones educativas dedicadas a la promoción y atención de niños con síndrome de Down, como el colegio “El Principito“, ubicado en el este de la ciudad, donde la enseñanza inclusiva es parte fundamental de la institución.
La misión fundamental es promover en la sociedad el reconocimiento y el ejercicio del derecho a la educación integral de jóvenes con síndrome de Down; desarrollando oportunidades que les permitan el acceso al conocimiento y la formación pedagógica.
“El Principito” es un digno ejemplo de cómo se puede lograr la integración al proceso de enseñanza-aprendizaje de los niños con Síndrome de Down, donde los alumnos demuestran sus capacidades y destrezas con el apoyo de un equipo multidisciplinario sensibilizado para esta difícil y noble tarea.
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