Marcos Llorente ha perdido la fe en Zinedine Zidane. A pesar de que el francés parecía que iba a contar con él como primer relevo de Casemiro en el centro del campo del Real Madrid, el jugador se siente infravalorado.

Al final, se ha cansado de las promesas del entrenador y ha decidido buscar minutos lejos del Bernabéu, tal y como ya lo hizo la pasada temporada con su cesión al Alavés. Las cosas, por el momento, no son como se las habían pintado al principio de la pretemporada y por eso ha pensado en que lo mejor para su futuro es un cambio de aires.

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