No importa el país, su acento, su cultura, todo queda atrás y se unen en un solo compartir al momento de hacer el cambio de pines entre atletas y voluntarios participantes de los XVIII Juegos Bolivarianos de Santa Marta 2017.

Los cambios de prendas es una tradición que se  mantiene viva y en ella cada participantes de esta justa deportiva busca obtener el obsequio que más le agrade de otra naciones

Diseños, colores, formas son los elementos a tomar en cuenta para solicitar el cambio y llevarlos a casa como parte de un recuerdo.

Los voluntarios, son algunos de quienes aspiran coleccionar la mayor cantidad de pines como recuerdo de haber prestado el servicio dentro de una justa deportiva.

Desde gorras, franelas, cintas, pulseras, son demandadas por los jóvenes que laboran en cada una de los escenarios deportivos de la ciudad de Santa Marta.

“Son bonitos cada uno de las prendas de los equipos, entre nosotros vemos al final de cada jornada quien tuvo más en su cinta o que consiguió cambiar”, indicó Luis Restrepo joven samariano.

Estas son parte de las costumbres que se viven en una cita deportiva internacional en la cual la batalla por ganar queda a un lado para dar paso al compartir y a la humanización entre naciones.

 

 

Nota de Prensa