Las aplicaciones de crédito como Cashea, Krece, entre otras, han transformado la forma en que muchos barquisimetanos y venezolanos adquieren productos. La facilidad de llevarte algo hoy pagando en cuotas es innegable, tentadora. Pero, ¿es realmente beneficioso para nuestras finanzas a largo plazo? Para arrojar luz sobre este fenómeno que se ha masificado en nuestra ciudad, conversamos con el Lic. Andrés Rojas, economista con especialización en finanzas personales, quien nos ofrece una perspectiva clave sobre los pros y contras de este tipo de compras, y su impacto real en el bolsillo del ciudadano común.
Beneficios y contras de las compras con apps de crédito: La perspectiva económica del Lic. Rojas
El Lic. Rojas comienza señalando los beneficios que, a primera vista, resultan muy atractivos para el consumidor promedio en el complejo panorama económico venezolano:
- Acceso a bienes de mayor valor: En una economía como la venezolana, donde el crédito bancario tradicional es extremadamente limitado y los salarios son un desafío constante, estas apps democratizan el acceso a productos que de otra forma serían inalcanzables al contado para la mayoría de las familias, explica Rojas. «Permiten distribuir el gasto en el tiempo, facilitando la adquisición de un nuevo teléfono, un electrodoméstico que se dañó o incluso ropa y artículos para el hogar que antes estaban fuera de alcance inmediato. Esto es crucial en un contexto de poder adquisitivo reducido».
- Gestión y preservación del flujo de caja: «Para muchas familias y pequeños comerciantes, no descapitalizarse de golpe es una ventaja enorme. Pueden mantener su liquidez para cubrir gastos esenciales del día a día, como alimentos, transporte, servicios o medicinas, mientras pagan su artículo en cuotas. Esto reduce la ansiedad financiera de ‘quedarse sin nada’ después de una compra grande, dándoles un respiro financiero temporal», añade el economista. Esta flexibilidad es un activo importante en la planificación semanal o quincenal de los gastos.
- Construcción de un ‘historial’ de pago: Aunque no es un historial bancario tradicional con las connotaciones completas que eso implica, «El buen comportamiento de pago en estas apps puede ser un trampolín. Te permite acceder a mayores límites de crédito dentro de la misma plataforma e incluso, a futuro, si el sistema financiero venezolano avanza y se integra más, esta data de pago podría ser un elemento a considerar por los bancos para evaluar tu perfil de riesgo», señala Rojas. Es un paso incipiente hacia la bancarización o la recuperación de la cultura crediticia.
- Inmediatez y satisfacción del consumo: «En una sociedad que valora la inmediatez, poder llevarse el producto al instante genera una satisfacción psicológica. No tener que esperar meses para ahorrar el monto total puede ser un gran motivador», explica el experto, reconociendo el factor emocional detrás de estas compras.

Sin embargo, el Lic. Rojas también enfatiza los contras que a menudo se pasan por alto y que pueden comprometer la salud financiera a mediano y largo plazo:
- Mayor costo a la larga (el ‘interés encubierto’): «Este es el punto más crítico y el que el consumidor debe comprender a cabalidad», advierte el economista con seriedad. «Aunque no siempre se vea como un ‘interés’ explícito o una comisión transparente, el precio final que pagas por el producto a través de estas apps es casi siempre superior al precio de contado. Ese ‘cargo por servicio’, el ‘fee’ de la app, o simplemente un sobreprecio ya incluido en el artículo financiado, es el costo del financiamiento. A la larga, el usuario termina gastando más dinero por el mismo producto, sin darse cuenta del recargo real.» Es esencial que el consumidor haga la matemática y compare los precios.
- Fomento del gasto impulsivo y sobreendeudamiento: La facilidad de comprar a cuotas puede llevar a un consumo menos consciente y más impulsivo. La gente siente menos el impacto de pagar 20 dólares semanales que de desembolsar 300 dólares de golpe, explica Rojas. «Pero esa acumulación de ‘pequeñas’ deudas en diferentes comercios o con varias apps puede generar un sobreendeudamiento silencioso si no se maneja con una disciplina financiera estricta. El riesgo es adquirir bienes que no son estrictamente necesarios o que exceden la capacidad real de pago.»
- Riesgo de morosidad y penalizaciones elevadas: Si el usuario se atrasa en una o varias cuotas, los recargos y penalizaciones son inmediatos y pueden ser muy elevados. Esto convierte una deuda que parecía manejable en un problema financiero grave muy rápidamente, afectando el presupuesto familiar y la capacidad de pago a futuro, destaca el Lic. Rojas. Estas penalizaciones están diseñadas para incentivar el pago puntual y pueden generar un ciclo de deuda difícil de romper.
- Dependencia del crédito y desincentivo al ahorro: «Si bien brindan acceso, estas apps pueden desincentivar la cultura del ahorro que tanto necesitamos en Venezuela. La gente puede acostumbrarse a la ‘facilidad’ del crédito en lugar de planificar y ahorrar para una compra, lo que a largo plazo no es una estrategia financiera sostenible», opina el economista.
¿Se gasta más o existe un ahorro verdadero? La sentencia del economista
«Claramente, y hay que decirlo sin rodeos, se gasta más a la larga al usar estas aplicaciones» sentencia el Lic. Rojas. «No existe un ahorro verdadero en términos monetarios al optar por el financiamiento a través de estas plataformas si comparamos el precio total pagado con el precio de contado del mismo artículo. El ‘ahorro’ que percibe el usuario es la conveniencia de no descapitalizarse de una sola vez, la flexibilidad, pero esa flexibilidad tiene un precio intrínseco.»
El economista refuerza: «El modelo de negocio de estas aplicaciones se basa precisamente en ese margen adicional. Ofrecen una solución a una necesidad de liquidez, pero esa solución financiera no es ‘gratis’. Si tienes la posibilidad de ahorrar y pagar al contado, esa será siempre la opción financieramente más eficiente y económica a largo plazo.»
¿Mejor pagar a cuotas o de contado para el bolsillo del venezolano promedio?
La respuesta del Lic. Rojas es matizada y depende directamente de la situación financiera y las prioridades individuales del consumidor:
- Para compras esenciales o en situaciones de liquidez crítica: «Si se trata de una necesidad impostergable –como una nevera que se dañó, un teléfono para trabajar, o una cocina– y el pago al contado compromete tus fondos de emergencia o tu capacidad para cubrir gastos básicos del mes (alimentación, salud), entonces el financiamiento vía app puede ser un mal necesario. Te permite resolver la necesidad inmediata sin caer en una crisis económica mayor,» aconseja Rojas. «En este caso, el beneficio de la inmediatez y la preservación de liquidez para lo vital supera el costo adicional del financiamiento.»
- Para compras no esenciales o si se tiene liquidez: «Para cualquier otra compra que no sea una urgencia absoluta, si tienes la capacidad de ahorrar y pagar al contado, esa será siempre la opción financieramente más inteligente y recomendable. Te evita recargos innecesarios, te da control total sobre el bien desde el primer momento y, crucialmente, no te genera deudas,» enfatiza. «Implica un sacrificio de esperar, de planificar, pero es una disciplina financiera que recompensa tu bolsillo a largo plazo y reduce el estrés.»
El Lic. Rojas concluye con una recomendación clave para todos los barquisimetanos: «El venezolano promedio debe ser un consumidor educado y, sobre todo, consciente. Antes de usar estas apps, haz el ejercicio simple: compara el precio de contado versus el precio total a cuotas. Suma bien todos los ‘cargos por servicio’ o sobreprecios. Evalúa con honestidad si el costo de esa ‘comodidad’ realmente vale la pena para tu situación financiera particular. El acceso al crédito es positivo como herramienta, pero la gestión responsable de la deuda y una visión a largo plazo son fundamentales para no caer en un ciclo de endeudamiento que afecte tu estabilidad y tranquilidad«.
Rubén Conde/Noticias Barquisimeto