San Pancracio, huérfano de 14 años traído a Roma por su tío; se convirtió a la fe y fue martirizado al día siguiente de su bautismo, luego de dar las gracias a sus verdugos, no dudó en sacrificar su juventud para mantenerse fiel a Cristo

Pancracio nació en Frigia, Provincia romana del Asia Menor, hacia el año 289; su padre era un noble pagano llamado Cleonio, que falleció cuando el niño tenía siete años. Por tal razón, se tuvo que ir a vivir con su tío paterno, Dionisio, quien fue un excelente modelo; al cumplir los diez años se trasladaron a Roma.
En Roma, Dionisio y Pancracio tienen un criado cristiano que los evangeliza y los pone en contacto con el Papa; es así, como conocen a fondo el cristianismo y se convierten. Fueron bautizados y recibieron la comunión; despojándose casi que de inmediato de muchas posesiones en favor de los pobres.

Por esos tiempos, el Emperador Diocleciano, decretó una persecución (la última del imperio romano) contra el cristianismo; al poco tiempo Pancracio fue denunciado con el propio Emperador, quien conocía a su difunto padre. Por tal razón, Diocleciano mando llamar a Pancracio y conversó largo tiempo con él, tratando de persuadirlo a que renunciase a Jesucristo; al no lograrlo le condenó a muerte.
Leer también: Santo del Día | Evelio, el consejero imperial que llegó al martirio cristiano
En el lugar del martirio, Pancracio se arrodilló, levantó los ojos y las manos al cielo, dando gracias al Señor porque había llegado a ese momento; y fue decapitado, cortándole la cabeza de un solo tajo. Se dice que por la noche una noble señora, hizo recoger su cuerpo y lo mando enterrar cerca del lugar del martirio; esto sucedió el 12 de mayo del 304.
Pancracio es Patrón contra falsos testimonios, contra perjurio, juramentos, tratados, dolores de cabeza y calambres; su memoria litúrgica se celebra el 12 de mayo.

Que San Pancracio, interceda ante Dios por nuestra juventud que tiene tantos peligros de perder su Fe y sus buenas costumbres.
Agelvis Villalonga L.