Santo del Día | Matías, el Apóstol “número doce”

San Matías, Apóstol, siguió a Jesús desde el bautismo de Juan hasta el día en que subió a los cielos; por esta razón, después de la Ascensión del Señor fue puesto por los Apóstoles para ocupar el lugar de Judas, el traidor

San Matías, el Apóstol “número doce”

Se cree que Matías nació en Belén en el siglo I. La tradición indica que luego de recibir el Espíritu Santo, el día de Pentecostés, fue a predicar el Evangelio en diversas regiones de Judea y habría llegado hasta Etiopía; a pesar de que no era considerado un Apóstol desde el principio, estuvo presente en gran parte de la vida de Jesús.

San Matías, Apóstol

Se puede encontrar en el Libro de los Hechos de los Apóstoles, señales inequívocas de cuánto aprecio le tenía la Iglesia primigenia a Matías; así como la narración del episodio que da cuenta de su elección. Después de la Ascensión del Señor, los Apóstoles, junto con María y varios discípulos, se encontraban en oración, a la espera del Espíritu Santo. En esos días, Pedro invitó a la comunidad a que se pronuncie sobre quién debía reemplazar a Judas:

“Es necesario que uno de los que han estado en nuestra compañía durante todo el tiempo que el Señor Jesús permaneció con nosotros, desde el bautismo de Juan hasta el día de la Ascensión, sea constituido junto con nosotros testigo de su resurrección” (Hechos 1, 21-22).

Matías ocupó el lugar de Judas Iscariote

“Se propusieron dos nombres: José, llamado Barsabás, de sobrenombre “el justo”, y Matías. Y oraron así: Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de los dos elegiste para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía. Echaron suertes, y la elección cayó sobre Matías, que fue agregado a los once Apóstoles” (Hechos 1, 23-26).

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La llamada de Matías nos recuerda que la vocación recibida es un don siempre inmerecido. Dios nos pide asemejarnos cada vez más a Cristo, a participar de la vida divina, nos asigna una misión en la vida y nos quiere junto a Él, en una vida eterna feliz. Cada uno tiene una llamada de Dios para estar cerca de Cristo y para extender su reinado en el propio ámbito y según sus circunstancias.

No se sabe mucho más sobre San Matías, pero consta que se mantuvo fiel al Señor hasta el final de sus días; según la tradición, evangelizó Etiopía, donde sufrió martirio, aproximadamente en el año 80 d.C. Sus reliquias, por encargo de Santa Elena, fueron llevadas a Tréveris. Su memoria litúrgica se celebra el 14 de mayo.

Matías no fue escogido por Jesús directamente, fueron los Apostóles quienes lo eligieron

Agelvis Villalonga L.