Santo del Día | Luis: “El Santo de la Virgen María”

“No creo que una persona pueda forjar una unión íntima con Nuestro Señor y una perfecta fidelidad al Espíritu Santo, sin una gran unión con la Santísima Virgen”; esta fue la piedra angular de la espiritualidad de Luis María Grignon de Montfort

San Luis María Grignon de Montfort

Luis nació en Montfort (Francia), el 31 de enero de 1673, procedente de una familia numerosa, fue el mayor de 18 hermanos; uno de ellos murió en su infancia, 3 fueron sacerdotes y 3 religiosas. Por su habilidad y extraordinaria fortaleza física, Luis sobresalía entre sus amigos; era de carácter tímido y prefería la soledad.

Desde pequeño predispuesto a la vida espiritual

Durante su infancia mostró siempre su deseo de estar en permanente unión con Dios. Con grandes sacrificios logró conseguir estudiar en el más famoso seminario de Francia, el Seminario de San Suplicio en París, sobresaliendo como un seminarista totalmente mariano; una vez, ordenado sacerdote, su primera Misa la celebró en un altar dedicado a la Virgen, y durante muchos años la Catedral de Nuestra Señora de París fue su templo preferido y su refugio.

Su primera Misa la celebró en un altar dedicado a la Virgen

Dedicó todas sus grandes cualidades de predicador, de conductor de multitudes, de cantante y compositor a predicar misiones para convertir pecadores, viajando incansablemente por los distintos lugares de Francia anunciando el Evangelio y permitiendo la llegada de Dios Padre en el corazón de las personas.

La defensa de la verdad contra la herejía

Luchó incansablemente contra el jansenismo, un movimiento religioso de la Iglesia católica, principalmente popular en Europa, durante los siglos XVII y posteriores. Su nombre proviene del teólogo y obispo Cornelio Jansenio; siempre tuvo un alma orante, dedicando gran parte de su tiempo y labor pastoral a evangelizar y defender la fe católica de otras corrientes como el racionalismo, el protestantismo y el jansenismo.

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Peregrinación a pie para ver al Papa

A pie y de limosna se fue hasta Roma, pidiendo a Dios la eficacia de la palabra, y la obtuvo de tal manera que al oír sus sermones se convertían hasta los más endurecidos pecadores. El Papa Clemente XI lo recibió muy amablemente y le concedió el título de “Misionero Apostólico”, con permiso de predicar por todas partes.

Esto, lo llevó a fundar una de las comunidades religiosas que han hecho grandes obras por la conversión de las almas: los Padres Monfortianos, a cuya comunidad le puso por nombre “Compañía de María”, y las Hermanas de la Sabiduría.

Totus Tuus

El Padre Luis escribió uno de los libros más famosos que se han escrito acerca de la devoción a la Virgen María: “Tratado de la verdadera devoción a la Virgen María”, obra que se ha propagado por todo el mundo con enorme provecho para sus lectores. Incluso el Papa Juan Pablo II tomó como lema, una frase que repetía mucho este gran santo como fórmula de consagración a María, Totus Tuus: “Soy todo tuyo oh María, y todo cuanto tengo, tuyo es”.

“Soy todo tuyo oh María, y todo cuanto tengo, tuyo es”

Luis María falleció el 28 de abril de 1716, a la edad de 43 años, de una repentina pulmonía; fue beatificado el 22 de enero de 1888 por el Papa León XIII, y canonizado el 20 de julio de 1947 por el Papa Pío XII. Su memoria litúrgica se celebra el 28 de abril.

Agelvis Villalonga L.