Su gran capacidad administrativa le permitió manejar las finanzas del Rey, pero la Providencia le tenía un mejor trabajo, regentar los asuntos del espíritu
Eladio nació en Toledo hacia el año 566, y provenía de una familia cristiana, por lo que fue educado en la fe; esta formación le permitió servir en la corte de los reyes visigodos, siendo el responsable de los asuntos públicos y financieros del Rey Sisebuto, cargo que da origen al de Ministro de Hacienda en la actualidad.
Por ser un hombre muy erudito, se convirtió en diplomático del Rey, posición que lo lleva a participar en el Concilio de Toledo en el 589, siendo signatario de sus actas; ni las riquezas, ni el poder, que su cargo tenia lo deslumbraban, nunca se le subió a la cabeza lo aristocrático de sus responsabilidades, por el contrario, siempre fue conocido por su devoción y fidelidad a las prácticas cristianas.
Cambio de administración
En medio de estas gestiones temporales de cuentas, recaudaciones, ajustes y distribución de dinero, la Providencia se fija en él para regir los asuntos del espíritu, hay un cambio de negocio, es la hora de la vocación a cosas más altas; con voluntad desprendida deja bienes, afanes terrenos, comodidades, y familia, para ingresar al monasterio agaliense y tomar el hábito, siendo elegido Abad, en el año 605, luego de la muerte del anterior superior.
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Otra muerte marca el destino de Eladio, esta vez fue la del Arzobispo de Toledo, en el año 615; por sus méritos y humildad es elegido para ocupar la sede toledana, distinción que rechaza en un primer momento, pero sólo el amor a Dios, manifestado en la obediencia, lo hace aceptar la ordenación episcopal.
Fue un Arzobispo importante en su tiempo, por su cometido entre los visigodos toledanos, y su extraordinaria generosidad con los pobres; su ministerio episcopal duro dieciocho años, dentro del cual negoció la convivencia diaria entre las comunidades de judíos y cristianos, erradicando el desorden social y los conflictos religiosos.
Murió el 18 de febrero del año 633, y fue aclamado santo poco después de su muerte.
Agelvis Villalonga L.
