Santo del Día | Agustín de Canterbury, el Apóstol de Inglaterra

San Agustín de Canterbury era prior del Monasterio de San Andrés, en Roma, cuando el Papa Gregorio Magno le confió la misión de ir a evangelizar Gran Bretaña; tierra, que después de la invasión sajona se había vuelto predominantemente pagana

El Apóstol de Inglaterra

Agustín nació en el siglo VI en Roma, Italia; se desconoce poco de sobre su infancia y adolescencia. Cuando creció, profesó votos de Monje, y años más tarde fue nombrado Abad del Monasterio de San Andrés en Roma.

Para distinguirlo de Agustín de Hipona, es conocido también como Agustín el Menor; al poco tiempo de ser elegido Abad, el Papa Gregorio Magno le encomienda la misión, junto a otros cuarenta monjes, de la evangelización del pueblo de Inglaterra en nombre de Roma.

San Agustín de Canterbury

Abad Agustín y los monjes comenzaron su viaje por las islas británicas; cuando llegaron al sur de Francia, la gente les advirtió que el grupo denominado los celtas eran muy feroces. Los monjes se sintieron muy desanimados y asustados y le pidieron al Abad que escribiera al Papa para que les concediera el permiso de renunciar a la idea, recibiendo una negativa por parte del Sumo Pontífice; por lo que tuvieron que ir a Inglaterra por obediencia.

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La Conversión de un Reino

Los misioneros fueron bien recibidos por el Rey Etelberto, cuya esposa era una Princesa cristiana de Francia; al llegar, los monjes formaron una procesión y caminaron por todo lo largo del camino cantando salmos. Llevaban una cruz y una imagen de nuestro Señor, consiguiendo que muchas personas recibieran el mensaje.

El propio Rey Etelberto fue bautizado el Día de Pentecostés, en el 597 y muchos de sus súbditos se convirtieron a la fe cristiana; ese mismo año, el Abad Agustín fue consagrado Obispo, convirtiéndose en el primer Arzobispo de Canterbury, en Inglaterra. Mantuvo siempre contacto con el Papa, por medio de cartas, donde le pedía consejos sobre la evangelización, a lo que el Pontífice le respondía con muchos santos consejos.

Mosaico de los monjes evangelizando al Rey

El Arzobispo Agustín trabajó incansablemente por lograr la paz entre los celtas y la Iglesia de Roma; aunque no pudo establecer la uniformidad deseada de la liturgia y las prácticas comunes. En Canterbury, construyó una Iglesia y un Monasterio, que se convirtió en el más importante de Inglaterra.

Agustín murió siete años después de su llegada a Inglaterra, el 26 de mayo del 605, y durante toda su vida nunca vaciló en impartir la enseñanza del amor salvífico de Jesucristo. Su memoria litúrgica se celebra el 26 de mayo.

Abadía de San Agustín de Canterbury en Inglaterra

Agelvis Villalonga L.