Samuel Moncada: “La inteligencia artificial es el futuro”

El embajador de Venezuela en la ONU cree que en distintas partes del mundo viene una ola de violencia interna porque se les está acabando el alimento y el combustible

“Es un tren que viene” resume Samuel Moncada, embajador de Venezuela en Naciones Unidas.

Se refería así a dos preocupaciones centrales que lo abaten y que compartió con el plenario de la Comisión Permanente de Energía y Petróleo de la Asamblea Nacional, a cuya invitación accedió en su reciente visita al país.

“Hay temas que en Naciones Unidas se discuten y yo quisiera que aquí nos montáramos. Por ejemplo, en dos áreas que aquí nunca las escuchó: una es inteligencia artificial”.

“Todo el mundo está montado en inteligencia artificial”, expresa su mortificación durante una jornada en que abordó un lote de temas en tanto fue contestando las inquietudes del equipo parlamentario.

“La inteligencia artificial es el futuro, todo se va a hacer a través de algoritmos que van a sustituir a los médicos y a los trabajadores que hacen todo por rutina”.

“Así como se automatizaron los cajeros bancarios, igual va a pasa con montaña de funciones”.

“Nosotros necesitamos programadores, tenemos que montar miles y miles de jóvenes que aprendan a programar”, propuso Moncada.

La otra preocupación del embajador Moncada es la cadena de bloque conocida como Blockchain, “que es una plataforma de intercambio muy segura”.

“Los registros mercantiles deberían estar en Blockchain, porque es imposible que se haga trampa, todo el mundo ve trasparentemente las transacciones”.

“Hay áreas donde todo el mundo está avanzando y nosotros también deberíamos avanzar para no quedarnos atrás”.

“Los países que tengan desarrolladores tendrán ventaja sobre aquellos que tendrán que comprar todo eso”.

Para ilustrar el drama que observa, Moncada dijo que el Covid vino a acelerar los tiempos de la convivencia a través de aplicaciones: actualmente el metro de la ciudad de Nueva York registra casi un 40% menos de tráfico de usuarios porque “la gente no quiere moverse de sus casas”.

“Las tiendas que venden corbatas y trajes están quebrando porque la gente no compra ropa de oficina”.

“Una de las cosas que cambió para siempre con el coronavirus fue el trabajo de oficina”, siguió Moncada su tejido visionario.

“Las oficinas van a ser cada vez menos importantes…”.

Plantea una política urgente para que unos 50 mil jóvenes a partir de los 16 años empiecen a desarrollar aplicaciones aun sin haber comenzado la universidad.

No precisamente para bien

Otro de los aspectos en lo que Moncada concentró el fuego de su intervención es en su pronóstico de una crisis alimentaria planetaria, por lo que insistió en que el gobierno venezolano debe emitir una emergencia, si bien acotó que ya el presidente Maduro está montado en el tema.

“Es un cambio de época no precisamente para bien y Venezuela tiene que protegerse y el gobierno tomar acción”.

“Eso tiene que informarse a todo el pueblo venezolano porque lo vamos a sentir todos queramos o no en todas parte del mundo”.

Aclaró que la crisis es de orden mundial pero lógicamente con acentuada afectación en los países más vulnerables, donde han de presentarse cascadas de crisis políticas y sociales.

“Es una etapa de turbulencia interna de muchas naciones y entre naciones y debemos prepararnos”.

“En distintas partes del mundo viene una ola de desencadenamientos de crisis sociales y políticas, violencia interna, porque se les está acabando el alimento y el combustible”, reiteró.

Aseguró que justamente los países están cerrándose porque no quieren que se les acaben las reservas.

Citó por caso que el precio mundial del trigo escaló de 120 a 400 dólares, y en el caso de los fertilizantes ni siquiera es el precio sino que su escasez es total.

Aprovechó el ítem para indicar que buena parte de los fertilizantes lo extraen del gas, y acto seguido desgranó un misil sobre una política venezolana: “Estamos quemando gas criminalmente desde hace 100 años. Nadie entiende que en estas circunstancias eso sigue quemándose”.

La solidaridad es un poema

A fin de cuentas embajador en la ONU, Moncada tiene una perspectiva bien aguda de los contextos que se derivan de la guerra entre Ucrania y Rusia.

“El tamaño de América Latina no da en esta crisis, tenemos que ver para otros lados”, dijo, en referencia  a la necesidad que observa de que Venezuela expanda su lista de países amigos.

 “Estoy hablando de Malasia y de Indonesia, que tiene 290 millones de habitantes”, señaló.

“Vietnam está deseoso de tener las mejores relaciones con nosotros, el sureste asiático y la India son regiones donde creo que nos van a recibir bien”.

“Nepal es un país progresista que nos respeta mucho. Veamos hacia África y Asia, donde está la mayor parte de la humanidad. La dinámica comercial del mundo cambió del Atlántico al Pacífico y Asia, ahí es hacia donde tenemos que buscar, esa gente no tiene problemas con nosotros”.

Explicó que los países a los que pide incluir en un nuevo mapa de navegación comercial reciben constantemente intimidaciones de Estados Unidos para que no traten con Venezuela, y si embargo desatienden tales pretensiones. “Son neutros de verdad”.

En la visión de Moncada el comercio aparece como la panacea, al punto de que en defensa de esta tesis se monta en el hombrillo para avanzar.

“Yo quisiera soñar con la solidaridad y lanzarme un poema, pero eso lo que menos existe en el mundo. Nadie me está diciendo come de mi pan, me está diciendo te vendo. Y si te conviene bien y si no, no vengas. La idea es comercio de mutuo beneficio”.

“Hay un mundo para trabajar. Tenemos que encontrar dónde está nuestro puesto de estacionamiento en el mundo, donde nos sintamos cómodos y seguros”.

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“Viene un nuevo orden mundial pero yo no sé cuál es, está en construcción y por definirse”.

Y para quienes analizan que el nuevo orden descolora a Estado Unidos, Moncada apuntó que no está tan seguro de eso.

“Es un error subestimar a Estados Unidos”.

Nota de Prensa