El checo dejó escapar un primer set que tuvo en la mano y dio alas a un Federer que, sin estar brillante en el inicio del partido, se fue entonando para acabar arrollando.
Roger Federer sigue pisando firme en Melbourne. El pentacampeón del torneo ya está en semifinales del Open de Australia tras superar en el último partido de cuartos de final de este miércoles a Tomas Berdych por 7-6(1), 6-3 y 6-4. El suizo, que no arrancó ni mucho menos de forma brillante, se fue entonando ante las oportunidades desperdiciadas por el checo para acabar en modo arrollador, aunque sin forzar la máquina por ser consciente de que en su búsqueda del sexto entorchado todo gramo de fuerzas de más será clave.
Se acabó el encuentro en el tie-break del primer set, porque en él sacó a relucir su repertorio un Federer hasta entonces a medio gas, a merced desde el fondo de pista de un Berdych agresivo, dominante tanto con la derecha con el revés. Eso sí, el suizo se agarró al partido a la perfección, aguantó con su servicio y no dejó escapar la oportunidad que le concedió un Berdych que se hizo pequeño cuando vio lo cerca que tenía el primer set. Entonces, este acabó para él y le hundió de cara al segundo y al tercero.
Llegaba Berdych con un 19-6 en contra en los duelos entre ambos jugadores en el circuito y por ello tenía claro que algo debía hacer para tratar de invertir la tendencia. Por ello desplegó un juego agresivo, buscando el revés de Federer, soltándose de derecha y arriesgando en unos restos que sorprendieron al jugador suizo. Así, de inicio, Tomas lograba un jugoso botín de break a favor para encarar con garantías la primera manga.
Aguantaba en ella a la perfección, mandando con su derecha ante un Federer por momentos desaparecido, quien solo evitaba un castigo mayor al break con la solvencia de su saque. Pero todo cambiaba en el noveno juego del parcial. Con 5-3, Berdych afrontaba dos bolas de break y salvaba la primera con una bola dudosa. Federer reclamaba el ojo de halcón y este no funcionaba, lo que le daba el punto al checo. Lejos de hundirse, Roger atacaba con todo, resistía los intentos de Berdych de buscarle el revés y lograba un break salvador decisivo para que se llegara después al tie-break. En él, Berdych se hundía de inicio, consciente de que se le había escapado su gran oportunidad. Federer sellaba con un 7-1un primer set en el que ni le había acompañado el juego ni se habían conjurado los elementos en esa bola dudosa que pudo ser decisiva, pero que no lo fue.
Intentó superar el mazazo Berdych en el inicio del segundo set, pero el servicio de Federer salió al rescate para salvar una bola de break. Y, pese a que su nivel seguía lejos del que puede mostrar, aguantó con seguridad sus servicios esperando las rendijas con los suyos de un Berdych que seguía mandando desde el fondo, pero que no traducía en el marcador su superioridad. Con 4-3 y resto, llegaba la opción de Federer, que arriesgaba, buscaba los peloteos y castigaba una volea muy tímida de un checo que veía cómo se le marchaba también el segundo set: al saque, Roger sellaba el 6-3.
Y ahí sí acabó definitivamente la fe de Berdych. Federer se vino al fin arriba y empezó a dictar también el devenir del juego desde el fondo de la pista. En el tercer juego del tercer set rompió el suizo el saque de su rival y, pese a despistarse en el siguiente juego para el contra-break del checo, demostró que ya no iba a hacer más concesiones. De inmediato reaccionó para otro break con 3-2, tiró de su primer servicio y atacó con más firmeza la red para cerrarle las puertas de las semifinales a Berdych. Acabó Roger con buenas sensaciones un partido ni mucho menos brillante, pero sí muy convincente porque su solidez fue clave para ganar por 6-4 el set final.
Roger avanzaba así por decimocuarta vez a las semifinales de un Open de Australia en el que sigue en la puja por su sexto título. Tratará de dejarle sin final la gran sensación del torneo, un Hyeon Chung que tras batir a Djokovic en octavos volvía a mostrar su descaro en cuartos de final contra Tennys Sandgren. El ‘NextGen’ desafiará en la búsqueda de la final a un Federer que sigue con paso firme en busca de extender su dominio.
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