Luego de superar una depresión ofensiva de 30-4, Robinson Chirinos, receptor de los Astros de Houston, ha vuelto al camino de la productividad, apoyado en algo que sabe hacer bien: batear jonrones.
Hasta ayer sumaba cuatro juegos consecutivos con hit conectado, lapso en el cual batea para 16-5. Y dentro de esa racha subyace otra: atesora tres juegos corridos con jonrón conectado.
De este modo ha llegado a nueve en la campaña, con el largado el martes en el Parque T-Mobile, hogar de los Marineros de Seattle. Conexión de 427 pies por la izquierda.
Su reacción con el bate le ha permitido elevar su línea de .236 /.371 /.457 /.828 a .245 /.369 /.503 /.873, amén de colocarse en el ecuador de su producción de 18 jonrones en 2018. Sazona además con 26 remolcadas.
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