La mayor parte de los restos del cohete chino Larga Marcha 5B se desintegraron hoy al colisionar con la atmósfera y cayeron en el océano Índico, poniendo fin a las especulaciones sobre si su regreso a la Tierra podía causar daños.

La Oficina de Ingeniería Espacial Tripulada de China informó en un comunicado de que los restos o «escombros» reentraron en la atmósfera terrestre a las 10.24 (2.24 GMT) de esta mañana y cayeron a 72.47 grados de longitud este y 2.65 grados de latitud norte.

Las coordenadas quedan entorno a las islas Maldivas en el océano Índico, al sur de la India, apunta la prensa local, mientras que el organismo señala que la mayor parte de los restos se desintegraron al colisionar con la atmósfera terrestre.

El sitio web Space-Track del Escuadrón de Control Espacial estadounidense confirmó hoy las coordenadas a través de un tuit.

El tamaño del objeto, con una masa estimada de entre 17 y 21 toneladas y un tamaño de aproximadamente 30 metros, y la velocidad a la que avanzaba -unos 28.000 kilómetros por hora- motivó la activación de varios de los servicios de vigilancia espacial más importantes del mundo, entre ellos el Pentágono o el Servicio de Vigilancia y Seguimiento Espacial de la Unión Europea (EUSST).

Científicos estadounidenses criticaron que el programa especial chino permitiera el reingreso incontrolado de un cohete tan grande, y hoy el administrador de la NASA Bill Nelson reprendió al país asiático por «no estar cumpliendo con los estándares de responsabilidad respecto a sus desechos espaciales».

Las críticas vienen dado que esta familia de cohetes carece de un sistema de propulsión adicional que les permita regresar a una zona concreta de la Tierra, lo que ya provocó en el año 2000 que uno de ellos cayera en el océano Atlántico y sobre Costa de Marfil.

Agregó que «es fundamental que China actúe de manera responsable y transparente para garantizar la seguridad, la estabilidad y la sostenibilidad a largo plazo de las actividades en el espacio exterior».

Y es que el ambicioso programa chino tiene previstos hasta once lanzamientos de este tipo entre 2021 y 2022, a fin de completar la construcción de su estación espacial antes del comienzo de 2023.

De esas 11 misiones previstas entre este año y el que viene, cuatro serán tripuladas y otras cuatro serán de carga.

Información de: ÚR