En 2008, cuando Miguel Cabrera llegó a los Tigres de Detroit, era apenas un muchacho de 25 años. Magglio Ordóñez y Carlos Guillén, fungían como los venezolanos que daban la hora en el equipo de la Ciudad Motor.
Para ese momento, Renato Núñez apenas veía los juegos de por televisión. Con tan solo 14 años, nunca se imaginó que poco más de 10 años después le tocaría compartir el clubhouse con quien es su ídolo de la infancia.
Así es el beisbol y en esta oportunidad, Miguel Cabrera es quien tendrá la responsabilidad de guiar a Núñez a su llegada a los felinos, de quien se espera mucho por lo que resta de entrenamientos primaverales.
“Él era mi jugador favorito desde que era un niño. Ahora imagínate estar al lado de él alrededor del clubhouse”, resaltó Núñez a Evan Woodbery de MLive.com.
Y es que Núñez creció admirando todo sobre Cabrera. Especialmente, en cómo disfruta el juego. “Es un jugador divertido. Lo ví cuando ganó la Triple Corona y todo lo que hizo durante esos años y estar ahora en el mismo equipo y aprender de él, que más puedo decir, ¡estoy emocionado!”.
Aunque Núñez mostró gran felicidad por llegar a los Tigres, sabe muy bien el reto que tiene por delante para esta temporada.
Su contrato, si bien es cierto, es de ligas menores con invitación, pero el cuerpo técnico de Detroit espera mantenerlo en el equipo grande, con el propósito de enfocarse en defender la inicial, aún cuando la antesala fue su posición en los últimos años con Baltimore.
“Le he bateado rollings y se ha movido muy bien”, afirmó el mánager A.J. Hinch. “También jugará un poco en la tercera base, pero le dijimos que se enfocara en la primera base. Ese es la mejor opción para nuestro equipo”, añadió el mandamás.
En su carrera en la MLB, Núñez ha defendido el primer cojín en 52 juegos.
A trabajar la velocidad
El prospecto, Franklin Pérez, finalmente, hizo su estreno con los Tigres de Detroit en estos juegos de la Liga de la Toronja, en Florida.
Aunque no permitió carreras en el inning que lanzó, el miércoles, el derecho causó un poco de preocupación en el cuerpo técnico. Su recta apenas alcanzó las 89 millas por hora. Algo inusual en un brazo joven como el de Pérez.
“Fue su primera salida en mucho tiempo”, exclamó el mánager Hinch. “Su velocidad es baja para lo que ha sido su carrera en las menores, y necesitamos trabajar en eso”.
Pérez es una de las piezas de Detroit que esperan quedarse en el equipo grande, pero deberá trabajar fuerte para lograrlo. En cinco temporadas en las menores, el valenciano tiene marca de 10-12.
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