Tal y como ha sucedido en las últimas tres temporadas, los Reales de Kansas City llegan bajo perfil, con un equipo que muchos no darían por favoritos, y más cuando se comparte división con unos reforzados Medias Blancas de Chicago y los Indios de Cleveland que mantienen un núcleo competitivo. Sin embargo, está prohibido dormirse con un equipo que podría sorprender a más de uno en 2020.
Sin lugar a dudas que el pitcheo no será la principal arma de la realeza este año. Es la ofensiva la que tendrá que dar la cara por un equipo que si bien es cierto no cuenta con nombres como los de otros equipos que parten como amplios contendientes, tienen lo necesario para hacer el daño que sea suficiente. Como muy bien reza un dicho: “no mojan pero empapan”.
Encabezados por un Whit Merrifield que viene de tener una temporada para el recuerdo, los Reales pueden hacer eco de la habilidad que tiene su alineación.
El utility, quien apunta a ser el jardinero central de la tropa que dirige Mike Matheny, disparó 206 imparables la pasada campaña, siendo solo uno de dos jugadores en superar la barrera de los 200 hits. Fue además líder absoluto de la gran carpa en dicho departamento, dejando promedio ofensivo de .302 con 41 dobles y 105 carreras anotadas.
Además Merrifield estará respaldado por maderos como el de Jorge Soler, que viene de comandar la Liga Americana en cuadrangulares como 48 batazos de vuelta completa, apunta a emular su zafra del 2019, donde también remolcó a 117 compañeros.
A esos dos bates de peso se suma un saludable Salvador Pérez, quien ya se encuentra recuperado de la cirugía Tommy John que lo obligó a perderse el año pasado. Su figura basta para ejercer respeto no solo como bateador, sino como receptor, al ser uno de los mejores defensores en su posición.
Sumado a ellos se encuentra el recién llegado antesalista Maikel Franco, que podría blindar un lineup que también cuenta con Alex Gordon y un Adalberto Mondsí, de quien se espera mucho este año.
No obstante, el problema de estos Reales yace en su cuerpo de lanzadores, que muy poco podrían aportar este año, salvo un destello de Danny Duffy o Mike Montgomery. Más allá de ellos no hay un brazo en la rotación que pueda asegurar una victoria frente a cualquier rival. Y por si fuese poco, su relevo también carece de hombres que tengan hielo en sus venas.
Todo indica que Ian Kennedy será el cerrador del equipo, tras registrar 30 rescates la pasada temporada, pero con una efectividad de 3.41.
Aún así, hay que recordar que Pérez no estuvo detrás del plato el año pasado, por lo que algunos de esos números de los lanzadores de Kansas City podrían mejorar, al punto de dar una que otra sorpresa.
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