Cuando hace poco más de un año Carlo Ancelotti recibió la llamada del Real Madrid, pocos podrían imaginar que, tras una temporada casi perfecta, el conjunto blanco volvería a levantar una Supercopa, una Liga y, sobre todo, una (otra) Champions League. Lo que empezó con un teléfono y una charla, termina con confeti y plata.
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El italiano, por entonces entrenador del Everton, había abandonado la primera fila de los banquillos y todo parecía indicar que sus mejores noches ya las había vivido. Sin embargo, 12 meses después vuelve a levantar una Champions, la cuarta en su carrera como entrenador y la sexta en sus 62 años de vida.
Un amigo de los jugadores
Y es que el éxito de Ancelotti, más allá de un sistema táctico que le defina por excelencia o una pizarra llena de fórmulas, se basa en la gestión de vestuarios. No es una manera de restarle mérito a su trabajo táctico, ni mucho menos, pero es cierto que su carisma y el cariño que muestra hacia sus jugadores es una parte indispensable de su éxito y que, a la vista está, funciona.
En alguna ocasión el italiano ya ha asegurado que los jugadores son sus amigos y que no suele tener ningún tipo de problema con ellos más allá de la recepción que tenga cada uno de sus decisiones. Es por ello que, de la mano de un vestuario que combina la juventud con la veteranía, Carletto ha vuelto a hacer historia y ya es, sino el que más, uno de los entrenadores más exitosos de la historia de este deporte.
Un proyecto ganador
Y si su primer año en el Real Madrid después de su vuelta, el equipo ha conquistado Liga y Champions, queda por saber qué es lo que conseguirá en los años venideros pues Ancelotti y su equipo se han ganado la confianza del proyecto merengue en los próximos años.
Tanto él como su staff tienen dos años más de contrato, pues firmaron hasta 2024 en junio del año pasado y lo más probable es que si el curso que viene también marchan bien las cosas, el italiano cumpla su contrato con 65 años.
Así las cosas, Carletto disfruta ahora de las mieles del éxito, mieles que, por otro lado, lleva toda la vida saboreando pues si bien es cierto que en el fútbol se pierden más veces de las que se ganan, en el Real Madrid esa balanza está más nivelada que en cualquier otro club.
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