Rafael Nadal Parera ha vuelto a dejar sin palabras a los aficionados que en la tarde de la final de Roland Garros se desplazaron a la pista central Philippe-Chatrier. Por undécima vez en 14 años el tenista español ha terminado levantando la Copa de los Mosqueteros tras imponerse a Dominic Thiem en tres sets (6-4, 6-3 y 6-2).

Nadal agranda aun más su leyenda tras ganar su decimoséptimo Grand Slam, colocándose a tres de Roger Federer, y evidenciando, si es que aun no estaba claro, que es el mejor tenista sobre tierra batida de todos los tiempos.

Y eso que su rival en esta final, el joven austriaco Dominic Thiem, demostró que tiene mucho futuro y que su presente ya está a la altura de los mejores. A pesar de caer en tres mangas, el pupilo de Günter Bresnik presentó batalla y dejó golpes sensacionales.

Nadal celebra su victoria en la final ante Thiem
Nadal celebra su victoria en la final ante Thiem / PASCAL ROSSIGNOL (REUTERS)

Pero ante Nadal en tierra batida no vale con hacer un gran partido. Thiem necesitaba hacer el mejor partido de su carrera y, aun así, esperar a que Nadal no esté fino. Algo que no ha sucedido jamás en una final de Roland Garros: once presencias del balear, once victorias.

En el primer set Nadal comenzó como un torbellino ante un Thiem quizás algo nervioso por jugar su primera final de Grand Slam. El español le rompió el primer saque al austriaco, pero éste logró levantarse y le devolvió el ‘break’.

En el resto de la primera manga, cada uno logró sacar adelante sus juegos hasta que, tal y como pasó en semifinales ante Del Potro, Nadal le rompió el servicio a su rival en el mejor momento posible: para llevarse el primer set por 6-4.

Parecía que esto podría minarle la moral a Thiem pero, aunque cedió su saque y Nadal se puso con 3-0, el austriaco presentó batalla y demostró su gran nivel de tenis con puntos espectaculares. No obstante, Rafa Nadal no se quedaba a la zaga y le respondía siempre con puntos aun más difíciles y llegando a todas las bolas que le mandaba. No se lo creía Thiem, no era posible.

Con un excepcional nivel de ambos tenistas en este segundo set, una vez más Rafa Nadal terminó imponiendo su tenis y se llevó el punto, la segunda manga y prácticamente el título.

En el tercer set, Thiem logró levantar el primer juego del partido tras un 0-40 pero en el tercero no pudo y Nadal ya logró romperle el servicio y jugar a placer el tercer set.

Más tarde, con 4-2, Nadal volvió a romperle el saque al tenista austriaco y se colocó en disposición de matar el partido y llevarse el título con su saque. En ese juego final, aunque Thiem demostró garra y corazón hasta el final, el español logró llevarse la victoria con la quinta bola de partido. Histórico Nadal que suma ya 11 Roland Garros, 17 Grand Slam.

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