¿Quién aguanta ahora a los gochos?

La noticia que muchos andinos esperaban y que el resto de Venezuela recibe con una mezcla de sorpresa y picardía, ¡por fin llegó!.

Después de una década de trabajo incansable y una investigación rigurosa, la Real Academia Española (RAE) y el Diccionario de la Lengua Española (DLE) han hecho oficial lo que para muchos ya era una realidad: la palabra «gocho» es, desde hoy, el gentilicio de los habitantes de Los Andes venezolanos.

Aquella palabra que durante siglos estuvo asociada con el ganado porcino –y que en 1734 la misma RAE listaba como sinónimo de «cerdo»– ha dado un giro de 180 grados. De ser un término con una carga peyorativa, hoy, en pleno 2025, se erige como un símbolo de identidad, orgullo y cultura andina venezolana.

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La historia de la palabra «gocho» es fascinante y, sin duda, un ejemplo de cómo el lenguaje evoluciona y se adapta a las realidades culturales. Muchos crecimos escuchando el término con un tono jocoso, a veces cariñoso, a veces un poco despectivo, pero siempre asociado a nuestros hermanos de los estados Táchira, Mérida y Trujillo.

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Según los investigadores que impulsaron esta iniciativa –y que seguro ahora se sienten más «gochos» que nunca–, el gentilicio va mucho más allá de una simple etiqueta geográfica. Representa valores arraigados: educación, esfuerzo, perseverancia y, sobre todo, un profundo orgullo nacional. Y no es para menos. Quien haya convivido con un andino sabe de su temple, su dedicación al trabajo y su particular manera de ver la vida.

¿Y ahora quién aguanta a los gochos?

La noticia ya figura en la versión digital del DLE y se espera que pronto también esté en la edición impresa del diccionario. Esto, por supuesto, ha desatado una ola de reacciones en redes sociales, donde la etiqueta #GochoOficialRAE ya es tendencia. Memes, celebraciones y, cómo no, las infaltables bromas entre regiones no se han hecho esperar.

En Barquisimeto, donde la comunidad andina es numerosa y muy querida, la noticia se celebra con entusiasmo. «¡Por fin nos hacen justicia!», exclamó María Teresa Rojas, merideña residenciada en la Zona Industrial de Barquisimeto, visiblemente emocionada. «Siempre nos han dicho gochos, pero ahora con el aval de la RAE, ¡que se agarren! Esto es un reconocimiento a nuestra historia, a nuestra gente y a todo lo que hemos aportado al país».

Por su parte, Pedro Suárez, un tachirense con más de 30 años en en esta ciudad, comentó entre risas: «Ya era hora. Ahora sí podemos decir con la frente en alto: ‘¡Soy gocho y la RAE me respalda!’. Esto es un empuje para nuestra identidad, y demuestra que el esfuerzo y la constancia al final rinden sus frutos, como buenos andinos».

La verdad es que la noticia ha generado un ambiente de camaradería y celebración. Los chistes y las bromas seguirán, eso es parte de nuestra idiosincrasia venezolana. Pero ahora, cada vez que escuchemos «gocho», sabremos que no solo se refiere a un oriundo de los Andes, sino a una palabra con un peso histórico y cultural, oficialmente reconocida por la máxima autoridad de nuestra lengua.

Así que, prepárense. Porque si ya los gochos eran «echao’ pa’ lante», ¡imaginen ahora que tienen el sello oficial de la RAE! La pregunta es: ¿Quién aguanta ahora a los gochos? La respuesta es simple: ¡nadie, y eso es lo mejor!