Fue todo un récord.

El 6 de diciembre de 2015, la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) obtuvo más de 7.700.000 votos en las elecciones parlamentarias de Venezuela, convirtiéndose en la primera fuerza política y en la organización más votada en la historia de ese país.

Sus resultados superaron incluso los mejores obtenidos por el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) cuando postulaba como candidato al fallecido y popular mandatario Hugo Chávez.

Pese a ello, cuando antes del próximo 30 de abril se realicen las elecciones presidenciales anticipadas convocadas por la Asamblea Nacional Constituyente, la MUD no podrá presentarse.

¿La razón? Una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) ordenó este jueves que esa alianza fuera excluida por considerar que su participación contravendría la prohibición de doble militancia, dado que la MUD está conformada por diversas organizaciones que podrán acudir a las elecciones.

Los dirigentes de la MUD rechazaron el fallo y lo atribuyeron no a razones jurídicas sino políticas.

Inhabilitar a la tarjeta de la Unidad sólo demuestra el miedo que Nicolás Maduro y su gente le tienen al pueblo. Una vez más queda demostrado que sólo la Unidad de Venezuela podrá vencer cualquier batalla”, dijo en un mensaje de Twitter el diputado opositor Stalin González.

Pero, ¿cuál es el impacto real de esta sentencia sobre la oposición?

¿Sembrando la división?

“Si sacas del juego a la MUD estás eliminando una tarjeta electoral amplia y unitaria por la que podía votar todo el mundo, tanto gente de partidos como independientes”, dice el politólogo Luis Salamanca en conversación con BBC Mundo.

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 Antes de ser excluida, la MUD ya estaba haciendo campaña para su revalidación.

Señala que a estas alturas ya no es posible crear otra organización común por lo que para participar en las presidenciales la oposición deberá usar la tarjeta de alguno de los partidos de la coalición, lo que puede generar dificultades.

“El gobierno sabe que no es lo mismo votar por la MUD que hacerlo por uno de los partidos, pues cada uno de ellos tiene su propia orientación e intereses. Esto puede generar conflictos dentro de la oposición y ese era uno de los objetivos del gobierno: generar una diatriba dentro de la alianza”, agrega Salamanca, quien fue rector del Consejo Nacional Electoral.

Antes de la sentencia del TSJ, varios partidos opositores habían anunciado que no se validarían sino que trabajarían para hacerlo con la tarjeta unitaria. Sin embargo, este viernes uno de ellos, Primero Justicia, anunció que acudirá a renovarse al igual que lo hará Acción Democrática.

El consultor político Edgard Gutiérrez señala que la tarjeta de la MUD aglutinó a los partidos de oposición, les ayudó a organizarse en torno a un mismo esfuerzo electoral y con ella obtuvieron sus mejores resultados, por lo que ahora se enfrentarán a nuevas dificultades.

“Comunicacionalmente es mucho más fácil concentrarse en un solo símbolo, así como también lo es para los votantes desde el punto de vista de la mecánica electoral. Esto hace todo más difícil y costoso porque ahora cada partido tiene que hacer su campaña, en vez de hacer todos una sola campaña”, dice Gutiérrez a BBC Mundo.

¿Competencia a la medida?

Eugenio Martínez, periodista venezolano y experto en temas electorales, considera que el fallo del TSJ no puede verse como un hecho aislado.

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 Tras la exclusión de la tarjeta de la MUD, el opositor partido Primero Justicia anunció que buscaría revalidarse.

“La sentencia es parte de la estrategia que ha venido aplicando el régimen de Nicolás Maduro desde mediados de 2016 de ir construyendo una oposición a su medida”, dice Martínez a BBC Mundo.

Edgard Gutiérrez coincide con esta visión: “Impedir el uso de la tarjeta de la MUDforma parte de una estrategia de desincentivar a los electores, haciéndoles creer que no hay manera de enfrentar a Nicolás Maduro porque cualquier ruta que buscan se la cierran”.

“Es solo una táctica más dentro de una estrategia mucho mayor que pasa por hacerle difícil la vida a la oposición, dividirla. El objetivo es reelegir a Maduro con una simple minoría y hacer inefectiva una mayoría electoral”, agrega.

¿Política o justicia?

En diciembre, la Constituyente ordenó la revalidación a los partidos políticos que no participaron en las elecciones municipales de diciembre. Ello básicamente consiste en la recolección de un número determinado de firmas para demostrar que esas organizaciones disfrutan de apoyo entre los ciudadanos.

Diosdado Cabello y Nicolás Maduro.
 Diosdado Cabello propuso a la Constituyente convocar a elecciones presidenciales anticipadas y aseguró que Maduro será el candidato del PSUV.

El jueves, el TSJ ordenó excluir a la MUD con el argumento de que “su conformación obedece a la agrupación de diversas organizaciones políticas ya renovadas y otras pendientes de renovación que podrán participar en el proceso electoral de carácter nacional, lo cual contraría abiertamente la prohibición de la doble militancia”.

Así, el tribunal apuntaba hacia la posibilidad de que las mismas personas que firmaran en apoyo a los partidos opositores lo hicieran también para la MUD.

El abogado Jesús Silva considera que la decisión está totalmente apegada a la Constitución.

“Usar la tarjeta de la MUD supone un fraude pues los miembros de varios partidos se unen para recoger firmas a favor de una alianza (que no es un partido) y de ese modo participar en elecciones sin tener el apoyo popular suficiente hacia la organización a la que realmente pertenecen”, escribe Silva en un artículo publicado en la web Aporrea.

“Dicho de otro modo, el uso de la tarjeta de la MUD permite burlar y evadir la verificación de legitimidad popular sobre un partido político”, agrega.

Sin embargo, Eugenio Martínez cuestiona que la sentencia haya eliminado de facto al partido más exitoso del país sobre la base de “una premisa que ni siquiera se ha demostrado: la doble militancia de las personas que avalarían a la MUD como partido político”.

Luis Salamanca, quien también es abogado, señala que el derecho a formar partidos tiene rango constitucional y que la doble militancia “no existe ni siquiera entre las causales para cancelar a un partido político”.

“Es sabido que la MUD no es un partido desde el punto de vista organizativo y sociológico. Allí no hay militantes ni estructura de partido. Esa es una tarjeta que está formada por los partidos que la constituyen. Entonces, no hay doble militancia. Allí hay una intencionalidad política para sacarla del juego con cualquier argumento”, afirma.

Juan José Mendoza.
 Antes de ser magistrado, Juan José Mendoza era militante y diputado del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela.

El experto asegura que la decisión es “fruto de una cadena de ilegalidades” que se inicia con el hecho de que la orden de revalidación de la MUD viene de la ANC, la cual “no forma parte de los poderes del Estado, pese a lo cual toma decisiones incluso por encima de estos”.

La ANC está totalmente controlada por el oficialismo en Venezuela tras haber sido electa en julio de 2017 en un proceso en el que no participó la oposición venezolana por considerarlo fraudulento.

Pero Salamanca apunta un elemento adicional: el magistrado del TSJ que escribió la sentencia sobre la MUD, Juan José Mendoza, fue militante y diputado del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela.

“Él fue diputado del PSUV hasta el momento en que se postuló como magistrado. Renunció a su curul y fue nombrado”, apunta.

 

BBC