Jack Estrada, un tatuador zuliano residenciado en España, fue detenido el pasado viernes en la localidad de San Sebastián, por abusar sexualmente de 13 de sus clientas.
El detonante para su captura fue un mensaje publicado por una joven en la red social Twitter, luego de que saliera del local Estrada. “Acabo de llegar a mi casa llorando en el tren porque he sido acosada sexualmente por mi tatuador (…) La tienda se llama Factor Tatoo”, detalló la agredida.
La policía investigó la denuncia hecha contra Estrada y dio con el local. Al llegar, lo encontraron lleno de graffittis en la entrada hechos con spray que decían “sádico” y “abusador”.
A la primera denuncia difundida en las redes, surgieron varias más hechas por otras chicas. “Exigió que me quitara la ropa”, dijo una. “A mí, me hizo comentarios obscenos mientras me tatuaba”, añadió otra.
“Estrada fue despedido de un local en el que trabajó en un mall de la avenida La Limpia -Maracaibo-, porque no pagaba a tiempo sus cánones de arrendamiento”, declararon ayer a Panorama personas ligadas al círculo de tatuadores en Zulia.
Agregaron que aunque nunca se llegó a formular una denuncia formal en Venezuela, era común escuchar quejas de mujeres que habían sido atendidas por él.
“Era una persona muy difícil de dirigir, hasta una chica vino llorando y me dijo que se frotaba con ella y le decía cosas en la oreja”, explicó el director de una escuela de tatuadores en España a la que asistió Estrada.
El juez a cargo del caso del venezolano ordenó que fuera llevado a un calabozo. Cada denuncia de acoso le sumará a la sentencia entre dos y cinco años de prisión.
Con Información de: Panorama
