En 1995 recibió uno de forma honorífica para compensar que la reglamentación impedía que lo ganara por sus méritos anuales cuando maravillaba en activo
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Diego Armando Maradona compitió 22 años entre 1976 y 1998, maravillando especialmente en 12 de ellos entre su dos últimas temporadas en Argentinos Júniors (1979 y 1980), su campaña en Boca (1981), su paso por el Barça (1982-84) y, especialmente, su estancia en el Nápoles (1984-91). En esta última etapa conquistó con un protagonismo absoluto el Mundial de México 1986 con Argentina y fue subcampeón en el de Italia 1990. Sin embargo, no tiene ningún Balón de Oro en su palmarés, por lo menos concedido por sus méritos en su mejor momento. De hecho, en 1995 France Football le entregó un ‘Balón de Oro Honorífico por su trayectoria’ para compensarlo. ¿Qué sucedió? Simplemente la reglamentación del premio en su dorada década de los 80 no lo permitía.
France Football creó el premio en 1956 para reconocer al mejor jugador europeo del año que hubiese tenido participación a nivel internacional. Pelé, la sensación del fútbol mundial entre 1957 y 1977, especialmente en la década de los 60, fue el primer gran damnificado como brasileño. Y Maradona, como argentino, le tomó el triste relevo. Sí ganó uno que le dio la FIFA por su extraordinario Mundial 1986, pero eso no era el de France Football.
Curiosamente, Maradona no pudo disfrutar demasiado de esos dos Balones de Oro. El honorífico se perdió en el incendio de 2014 en la casa de la familia Maradona en el barrio porteño de Villa Devoto. Con motivo de su 60 cumpleaños y de una entrevista de France Football consiguió, al parecer, que la revista le entregara una réplica. Y del Mundial de 1986 desapareció en 1989 cuando un grupo de delincuentes relacionados con la Camorra atracó el Banco de Nápoles, lugar elegido por Maradona para guardar algunas de sus piezas más preciadas, como ese Balón de Oro mundialista. Cuentan que fue fundido para hacer lingotes de oro.
En 1995 hubo un cambio en las reglas para permitir que los futbolistas no europeos fueran escogidos siempre y cuando pertenecieran a un club de dicho continente. El delantero liberiano George Weah (Milan) fue el primer beneficiado del aperturismo ese mismo año. Los brasileños Ronaldo Nazario (1997, Barça-Inter, y 2002, Real Madrid), Rivaldo (1999, Barça), Ronaldinho (2005, Barça) y Kaká (2007, Milan) también aprovecharon la nueva reglamentación para ganarlo.
Las normas fueron modificadas nuevamente en 2007 para que los futbolistas de cualquier nacionalidad y de cualquier club de todo el mundo pudieran ser elegidos para el premio, aunque lo siguieron ganando jugadores de clubs europeos, como el argentino Leo Messi, con seis Balones de Oro con la camiseta del Barça (2009, 2010, 2011, 2012, 2015 y 2019), quizás los que hubiera conquistado su compatriota Diego Armando Maradona en los 80.
Mundo Deportivo
