Pedro Pablo Kuczynski, se salva de la destitución

El Congreso de Perú rechazó este jueves la destitución del presidente Pedro Pablo Kuczynski, a quien la oposición acusaba de “incapacidad moral” por su presunta vinculación con el caso Odebrecht.

La moción de “vacancia presidencial” para Kuczynski tuvo el apoyo de 78 parlamentarios frente a 19 que votaron en contra.

Pese a que el Congreso está dominado por el principal promotor de esta medida -el partido Fuerza Popular de la excandidata presidencial Keiko Fujimori, que cuenta con 71 de 130 congresistas- y la semana pasada se acordó debatir el pedido de destitución gracias a 93 votos a favor, en la votación de este jueves no se alcanzó el mínimo de 87 apoyos para que fuera aprobada.

La formación del presidente Kuczynski apenas cuenta con 18 escaños.

Antes de realizarse la votación, Kuczynski defendió ante la cámara su inocencia y negó haber favorecido a ninguna empresa durante su etapa como ministro del expresidente Alejandro Toledo.

“Lo que está en juego no es la vacancia de un presidente, sino la democracia, que tanto le costó al Perú recuperarla, la estabilidad de un país próspero”, dijo el mandatario.

Pedro Pablo Kuczynski en el pleno del Congreso celebrado este jueves para votar la moción de destitución presentada por la oposición.

Kuczynski se enfrentó este jueves al debate en el Congreso que podría haberle convertido en el primer presidente en activo destituido por sus vínculos con la empresa brasileña Odebrecht, que admitió haber sobornado a autoridades en varios países de América Latina.

La trama Odebrecht

La constructora informó la semana pasada al Congreso peruano que transfirió US$4,8 millones a consultoras vinculadas a Kuczynski entre 2004 y 2012, una de ellas cuando era funcionario del ejecutivo de Toledo.

Kuczynski asegura que se desvinculó de la gestión de esta compañía, Westfield Capital, cuando fue nombrado ministro y que sólo permaneció como accionista sin tener conocimiento de las operaciones que esta realizaba.

Varios exmandatarios de Perú están oficialmente implicados en la trama, como el expresidente Alejandro Toledo -sobre quien pesa una orden de detención por supuestamente haber recibido un soborno de US$20 millones- o el expresidente Ollanta Humala y su esposa, condenados a 18 meses de prisión preventiva por delitos de lavado de activos y asociación ilícita.

El considerado como “mayor caso de sobornos extranjeros en la historia” comenzó en Brasil implicando al presidente Michel Temer y sus antecesores Dima Dilma Rousseff y Luiz Inácio Lula da Silva; pero pronto traspasó fronteras salpicando a líderes y exmandatarios de otros países de la región como el vicepresidente de Ecuador, Jorge Glas; el presidente colombiano Juan Manuel Santos, o los expresidentes de Panamá, Ricardo Martinelli; y de El Salvador, Mauricio Funes, entre otros.

Nota de prensa