En las mismas. El plan de recuperación prometido por la gobernadora Carmen Meléndez, para el Zoológico Bararida de Barquisimeto, no ha llegado.
Luego de cinco meses de la visita de la mandataria regional, el parque sigue en las mismas condiciones de deficiencia. Y es que según pudo conocer LA PRENSA, no han llegado recursos para mejorar el sistema de alimentación de los animales, adquirir insumos médicos o cubrir la limpieza del mismo.
Desde principio del 2018 trabajadores del ente han manifestado que los animales no reciben la alimentación adecuada, lo que llevó a que durante el mes de julio denunciaran en más de una oportunidad, la falta de atención del ente regional.
La situación actual no es distinta, pues según precisa uno de los trabajadores, que prefirió mantenerse en el anonimato, la dieta que deben recibir los monos llega de forma inconstante. “Lo que recibimos por semana rinde para dos o tres días”, precisó el hombre.
Lo mismo ocurre con el heno, alimento indispensable para los animales del zoológico de contacto y otras áreas del parque.
Antes a esta institución llegaban más de 500 pacas de heno lo que cubría la demanda de casi un mes, ahora llegan menos de 100,¡. .Estamos peor que antes. Teníamos la esperanza de que luego de la visita de la gobernadora y cambio de director mejoraran las condiciones, pero eso no ha llegado”, explicó el trabajador.
El equipo de LA PRENSA, pudo ingresar a las instalaciones y constató que los pocos animales que hay en el parque están cada vez más delgados, lo que enciende las alarmas, pues durante el 2017 se registró el deceso de tres animales ligados a casos de mal nutrición.
Sin medicinas
A punta de agua con azufre intentan limpiar las heridas a los animales. Según una fuente ligada a la institución, la escasez de medicinas está golpeando aun más a las especies que se encuentran en el zoológico, pues ni antibióticos o antinflamatorios hay en el área de veterinaria.
La falta de inversión ha hecho que áreas vitales dejen de funcionar. Sin embargo no son sólo los animales los que sufren “el abandono”. Y es que los trabajadores insisten en que a un año de haber llegado a la Gobernación Carmen Meléndez, aún no les ha llegado la dotación de uniformes y menos el presupuesto para acondicionar baños.
Además denuncian que hay persecución por parte de Wilmer Aranguren, supervisor de seguridad, quien ha hecho cambios en los puestos de trabajo sin previo aviso.
Ágatha Reyes | La Prensa de Lara.