Papa Francisco: “¡Dejemos entrar la paz de Cristo en nuestras vidas, casas y países!”

Frente a 50.000 personas, el Sumo Pontífice pidió a «no acostumbrarse a la guerra», dejar los conflictos a un lado, y luchar por la paz.

El papa Francisco pidió este domingo por los pueblos de América Latina y elevó un mensaje de paz por la situación que se registra entre Rusia y Ucrania, así como en el continente africano y en el Medio Oriente.

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«Que Cristo resucitado acompañe y asista a los pueblos de América Latina que, en estos difíciles tiempos de pandemia, han visto empeorar, en algunos casos, sus condiciones sociales, agravadas también por casos de criminalidad, violencia, corrupción y narcotráfico», dijo Sumo Pontífice en la tradicional misa de Domingo de Resurrección, celebrada desde la fachada de la basílica de San Pedro.

De igual forma, hizo referencia a los casos de abusos, torturas y maltratos por parte de la Iglesia Católica canadiense con los pueblos indígenas.

«(Que) El Señor Resucitado acompañe el camino de reconciliación que está siguiendo la Iglesia Católica canadiense con los pueblos indígenas», expresó, citado por la agencia de noticias EFE.

Cabe recordar que, Los abusos tuvieron lugar en internados canadienses que aplicaron procesos de asimilación forzada en nombre de la evangelización.

Las escuelas residenciales de la Iglesia católica, establecidas en Canadá en el siglo XIX, trataron de borrar la cultura de los pueblos indígenas y muchos niños fueron abusados.

Posteriormente, en junio de 2021, se descubrieron los restos de 215 alumnos de la Escuela Residencial India de Kamloops, en la provincia de Columbia Británica.

Un mensaje por la paz

Frente a 50.000 personas, el Sumo Pontífice pidió a «no acostumbrarse a la guerra», dejar los conflictos a un lado, y luchar por la paz.

«Por favor, no nos acostumbremos a la guerra, comprometámonos todos a pedir la paz con voz potente, desde los balcones y en las calles», manifestó el también jefe del Vaticano, citado por agencias internacionales.

«Queridos hermanos y hermanas, toda guerra trae consigo consecuencias que afectan a la humanidad entera: desde los lutos y el drama de los refugiados, a la crisis económica y alimentaria de la que ya se están viendo señales», advirtió.

Aseveró que, en estos tiempos, se está demostrando que «aún tenemos todavía en nosotros el espíritu de Caín, que mira a Abel no como a un hermano, sino como a un rival, y piensa en cómo eliminarlo», haciendo referencia al pasaje de la Biblia en el libro de Génesis del Antiguo Testamento.

«¡Dejémonos vencer por la paz de Cristo! ¡La paz es posible, la paz es necesaria, la paz es la principal responsabilidad de todos!», concluyó su mensaje.

Con información de UN