El 33º Viaje Apostólico del Santo Padre ha finalizado este lunes; el vuelo despegó de Bagdad a las 7:54AM (hora local) y llegó a las 12:20PM (hora de Roma) al aeropuerto de Ciampino. Luego de su regreso, el pontífice se dirigió a la Basílica de Santa María La Mayor llevando un ramo de flores que trajo desde Irak
La Visita Papal a Irak terminó este lunes; fue una visita histórica, la primera de un Pontífice en el país del Golfo y en un país de mayoría chiíta, que comenzó el pasado 5 de marzo, una peregrinación largamente deseada para abrazar a un pueblo que ha sufrido tanto pero que también ha desarrollado un gran deseo de redención y de un futuro de paz.
A su llegada al aeropuerto, el Papa Francisco fue despedido por el Presidente de la República Barham Ṣalih junto a su esposa y el resto de las Delegaciones; hubo una breve reunión privada en el vestíbulo interior, sin discursos públicos.
Seguidamente, el Santo Padre recorrió la larga alfombra roja para saludar a los representantes civiles y religiosos que le habían seguido durante estos tres intensos días, y embarcó en el avión A330 de Alitalia que le llevaría de vuelta a Roma. Durante el vuelo de regreso a la ciudad eterna, como es habitual, se realizó la conferencia de prensa, entre el pontífice y los periodistas que cubrieron el Viaje Apostólico.
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Llegada a Roma
Tras aterrizar en Ciampino, de regreso al Vaticano, el Papa Francisco se detuvo a rezar en la Basílica de Santa María La Mayor, ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani, en cuyo altar depositó un ramo de flores traído desde Irak, así lo dio a conocer la Oficina de Prensa de la Santa Sede, tras la conclusión del 33º Viaje Apostólico del Santo Padre.
Este Viaje Papal dio lugar a diversos encuentros y momentos históricos por su importancia. El Papa Francisco dejó el país tras abrazar a la comunidad católica local, que había salido en cierto modo de las catacumbas en las que la había confinado la ferocidad yihadista, pero también estableció nuevas relaciones para la vía del diálogo interreligioso, con su encuentro con el ayatolá Al-Sistani, máxima autoridad chiíta del país, y con los demás líderes religiosos reunidos simbólicamente en la llanura de Ur de los Caldeos, el lugar de partida de Abraham hacia la Tierra Prometida, que desde ahora, según espera el pontífice, se convierta en la “Tierra de la Paz” para todo Oriente Medio.
AV / Con información de Vatican News
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