A pocos días de la Navidad, los venezolanos buscan de manera desesperada incluir las tradiciones locales como lo son la de comprarse los estrenos para la Nochebuena y el Año Nuevo.

Los centros comerciales a nivel nacional presentan un pequeño aumento de visitantes que luchan por mantener vivo el espíritu navideño. A pesar de la crisis económica que los afecta, muchos han decidido no rendirse ante ello.

Las zapaterías en esta temporada son las tiendas que mantienen mayor clientela, en su mayoría ciudadanos “casando” buenas ofertas, típicas de la temporada, pero no está nada fácil este año cuando el calzado para los niños no baja de los 500 mil bolívares mientras que para las mujeres puede variar entre los 400 mil y los 800 mil Bs. De tres a siete veces más de lo que la mayoría puede ganar en base al salario mínimo.

En el caso de los caballeros es un poco más costoso, pues ningún calzado casual o deportivo para ellos baja del millón de bolívares.

Si a esto le unimos los costos de la ropa, se convierte en una tarea con proporciones desalentadoras para los compradores que por lo mínimo buscan mantener la alegría de los niños del hogar mientras aprecian las vitrinas de los anaqueles, y eligen al menos una de las opciones en venta para cumplir con las expectativas navideñas.

La felicidad e inocencia de los niños no debería empañarse por muy difícil que esté la economía, opina Melania Boscán, según lo reseñado por el diario Panorama.

“Un sacrificio más que se hace por ellos para que recuerden con ilusión la Navidad y el Año Nuevo. No podemos darle el gusto a las circunstancias económicas de que nos arruinen una época tan bonita como esta”, dijo la mujer.

 

 

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