Tras el fallecimiento del Papa Francisco, la Iglesia Católica se encuentra en un período de sede vacante, marcado por intensas oraciones y preparativos espirituales en anticipación a la elección de su nuevo líder.
Los cardenales electores, provenientes de los cuatro rincones del mundo, han comenzado a llegar a Roma. Estos purpurados, menores de 80 años, se reunirán en los próximos días para participar en las llamadas Congregaciones Generales. Estas reuniones previas al cónclave son cruciales, ya que permiten a los cardenales conocerse mejor, intercambiar puntos de vista sobre los desafíos que enfrenta la Iglesia y discernir los perfiles de los posibles sucesores de Pedro.
El ambiente en Roma es de intensa reflexión. Misas solemnes se suceden en las basílicas vaticanas, pidiendo la guía del Espíritu Santo para los cardenales electores. Los fieles y peregrinos se unen en oración, elevando sus súplicas por un proceso de elección fructífero y por el futuro de la Iglesia.
Mientras tanto, dentro de los muros vaticanos, se ultiman los detalles logísticos para el cónclave que comenzará el próximo 7 de mayo en la Capilla Sixtina. Se han reforzado las medidas de seguridad para garantizar el aislamiento total de los cardenales durante el proceso de votación, siguiendo una tradición centenaria que busca asegurar la libertad y la confidencialidad de su elección.

La emblemática chimenea sobre el tejado de la Capilla Sixtina ya ha sido instalada, lista para emitir la esperada fumata. El humo negro indicará que aún no se ha alcanzado un acuerdo, mientras que el humo blanco anunciará al mundo la elección del nuevo Papa, desatando la alegría y el repique de campanas en toda la cristiandad.
En estos días previos, la atención del mundo entero se centra en el Vaticano, a la espera del momento en que la Iglesia Católica revele quién será el sucesor de San Pedro, el hombre llamado a guiar a más de mil millones de fieles en todo el planeta. La oración y la reflexión marcan este tiempo de transición, crucial para el futuro de la fe católica.
Carla Martínez / Con información de RT