Desde Noticias Barquisimeto y la Corporación Somos Media hemos querido plasmar algunas de las particularidades de la vida y obra del futuro Beato, a pocos días de la Ceremonia Oficial de Beatificación del “Médico de los Pobres”
La sinergia entre “ciencia y bondad” es la síntesis superior de la identidad del Doctor José Gregorio Hernández; era un eminente científico, un excelente médico y un profesor insigne, y a la par un hombre humilde que atendía a cualquiera que le solicitara sus servicios para una sencilla curación de un malestar.
Por ello, podía dejar admirados a los colegas que lo escuchaban en la Academia, a su equipo en el laboratorio o a sus alumnos en la cátedra, y de la misma manera, podía irse a atender un paciente y luego pasar por el templo a dar gracias a Dios.
Cuando muere José Gregorio Hernández, la ciudad se estremece, y son sus colegas y discípulos los que rodean el cadáver; sin embargo, la multitud crece, y en la tarde del día siguiente cuando sale el féretro sobre los hombros de sus colegas, el pueblo reclama “también es nuestro” y lo llevan lentamente al cementerio.
Leer también: Nota Especial | Dr. José Gregorio Hernández: «El Prócer Civil»
Es allí, donde se entiende que la sabiduría del Dr. Hernández estaba al servicio de la humanidad; se formó para poner su talento al servicio de la persona humana, trabajó por y con los pobres sin empirismo ni voluntarismos, sino con una capacidad bien consolidada para atender con eficacia.
Y por último, la bondad por sí sola es ya una gran virtud, así como lo es el cultivo del talento, pero la espléndida combinación de ambas, las convierte en una virtud heroica; en este sentido, para lograr el desarrollo humano integral y sostenible en Venezuela necesitamos gente preparada, pero también gente bondadosa, solidaria, que entienda que el Estado está al servicio del bien común, que la economía está al servicio de la persona humana, como lo están la política, el derecho y el resto de las demás ciencias.
Agelvis Villalonga L.
