Niños en riesgo por falta de fármacos

Empezó con gripe y con un cuadro febril marca­do. Sus padres no se pre­ocuparon porque sabían que el virus estaba dan­do, pero conforme pasa­ban los días la tos no se iba y los problemas respi­ratorios empezaron a aparecer.

Fuimos al médico y le mandaron Budecort para nebulizarla, pero en nin­guna parte encontré las gotas. De pronto mi hija se complicó, el asma no la dejaba respirar”, dice Juan Brito, padre de una niña de nueve años que hoy en día está hospitali­zada en el Hospital Pe­diátrico con una neumo­nía originada por una gri­pe mal curada. “Dios sabe que lo intentamos y que por todos lados bus­camos los medicamen­tos, pero nada pude ha­cer”, suelta el padre.

La historia de este hom­bre es la misma de cien­tos de padres en el estado que ven con preocupa­ción cómo los medica­mentos infantiles han desaparecido de las far­macias. “En estos mo­mentos todo está escaso. Antibióticos, antialérgi­cos y jarabes, nada se en­cuentra”, es la dura con­fesión que hace Ariannys Machado, administrado­ra de una de las farmacias ubicadas fren­te al Hospital Central.

Eduardo Bello, médico pediatra, habló con LA PRENSA sobre la escasez de medicamentos infan­tilesy se mostró alarma­do por lo que considera una violación total a los derechos humanos. “A diferencia de los adultos el sistema inmu­nológico de los niños no sana con tanta rapidez. Es necesario que las au­toridades solventen este problema porque con es­ta crisis una simple gripe o cuadro diarreico severo puede complicar la vida de un niño y eso es algo muy delicado”, cuenta el doctor.

Aunque en Lara no hay un organismo que lleve el porcentaje de escasez de medicamentos en far­macias, se estima que, según el último informe publicado por la Federa­ción Farmacéutica Vene­zolana (Fefarven), en el país hay un déficit del 92% en cuanto a medica­mentos infantiles.

Antibióticos y antialér­gicos, además de los rela­jantes musculares es lo que más cuesta conse­guir. El testimonio de al­gunos padres confirma que estos medicamentos se consiguen en el mer­cado negro; sin embargo, el precio de estos fárma­cos está entre los 3000 y 4000 soberanos.

La Prensa.