Marissa Tietsort una niñera de 28 años, residente de Wausau, Estados Unidos, asesinó a un bebé de dos meses golpeándolo en la cabeza por que no dejaba de llorar. Luego fue y se lo entregó a su madre.
Más tarde la madre se dio cuenta que el bebé no respiraba de inmediato llamó a las autoridades mientras intentaba resucitarlo, pero ya era tarde el bebé ya se encontraba sin signos vitales.
Tras una autopsia, las autoridades revelaron que el bebé murió debido a lesiones contundentes en la cabeza. La niñera fue acusada de homicidio en primer grado. No es el primer menor a su cuidado que sufre de abusos.
Marissa ya había sido acusada en agosto de 2018 de haber maltratado a otro niño de once meses que tenía a su cuidado.
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