El presidente Daniel Ortega anunció «una suspensión» de relaciones con el Vaticano después que el papa Francisco calificara de «dictadura hitleriana» al gobierno de Nicaragua.
El pasado domingo el gobierno sandinista difundió a través de sus medios oficiales un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores. Allí señaló que el Vaticano y Managua «se han planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas».
La fuentes citadas, cercanas al Vaticano, indican que «la representante del gobierno sandinista ante la Santa Sede comunicó verbalmente la ruptura de relaciones en la Secretaría de Estado del Vaticano, en Roma, aludiendo a las declaraciones del santo padre, en las que por primera vez se refirió de forma contundente a los ataques del régimen contra la Iglesia católica».
Esa ruptura, según confirmaron fuentes vaticanas al medio Reuters, supone también el cierre de las respectivas embajadas.
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¿Qué pasó en Nicaragua?
El obispo nicaragüense Rolando Álvarez, muy crítico con el gobierno de Ortega, quedó condenado el pasado 10 de febrero a 26 años y 4 de meses de prisión tras quedar culpable por delito de «traición a la patria».
Monseñor Álvarez rechazó subirse al avión que lo llevaría, junto con otros 222 excarcelados políticos nicaragüenses, opositores, hacia Estados Unidos.
La reacción del papá Francisco
«Es una cosa que está fuera de lo que estamos viviendo, es como si fuera traer la dictadura comunista de 1917 o la hitleriana del 35, traer aquí las mismas… Son un tipo de dictaduras groseras. O, para usar una distinción linda de Argentina, guarangas», afirmó la máxima autoridad de la Iglesia católica.
Daniel Ortega respondió
El pasado 21 de febrero, el presidente nicaragüense calificó de «mafia» a la Iglesia y la acusó de ser antidemocrática por no permitir que los católicos elijan por voto directo al papa, a los cardenales, a los obispos y a los sacerdotes.
Con informaciòn de: VN
