“Nadie me pago, yo estoy aquí por mi propia voluntad, nadie compra mi conciencia ni con comida y mucho menos con dinero, por eso te digo a ti hermano Nicolás Maduro, cuenta con mi apoyo total y lealtad chavista”, así lo expuso Elida Colmenárez quien es parte del poder popular organizado, a quien ella misma señaló, “soy de ese pueblo defensor del legado del comandante eterno y supremo Hugo Chávez”.

En uno de los puntos como lo es la plaza Bolívar de Barquisimeto, cada jornada, aviva y levanta la moral revolucionaria de los militantes que acuden de jueves a domingos a este punto de carnetización que dispuso el Partido Socialista Unido de Venezuela a nivel nacional. La entidad larense cuenta con 35 centros a lo largo y ancho del territorio, 15 de ellos están instalados solo en Iribarren, donde miles de personas con alegría y esperanza esperan su turno para ser carnetizados.

A partir de los 15 años, pueden ingresar como militante activo de la tolda y maquinaria política más importante de Latinoamérica, quien quiera pertenecer y ser parte del partido revolucionario que es referencia mundial de organización de los pueblos.

Yeiker Guédez, joven venezolano de 16 años, manifestó sentirse orgulloso por el logro que para él representa incorporarse al PSUV. “Yo nací en la revolución bolivariana, me siento orgulloso de decir que soy chavista y ahora soy poseedor de este carnet que es como mi segunda cédula de identidad”, expresó Guédez.

Por otra parte, Rafael Rodríguez, habitante del centro de la ciudad crepuscular, manifestó que todo el personal que labora en el proceso de registro e incorporación al partido, atiende de manera oportuna con ética y compromiso revolucionario, “aquí todos los muchachos y muchachas son muy amables, el proceso ha sido muy rápido y hubo un buen movimiento a primeras horas de la mañana, ahora estoy esperando solo que me entreguen mi carnet para poder ir a mi casa, con el compromiso de garantizar la victoria de Maduro este próximo 22 de abril”, finalizó Rodríguez.

Con información de: Nota de Prensa