Mujeres rompen paradigmas en la Superliga de Baloncesto

Erróneamente hay quienes creen que el deporte femenino carece de intensidad bajo la única justificación de que las mujeres no tienen genéticamente las mismas capacidades que los hombres, como si esto se tratara solo de ciencia y números fríos.

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A aquel argumento se suma el escaso respaldo mediático que históricamente se le ha brindado a los deportes femeninos. Pero ya no más. La Federación Venezolana de Baloncesto (FVB) ha decidido cambiar las cosas, ha creado un nuevo torneo y ha empleado todas las herramientas tecnologicas disponibles para difundirlo.

Más de 70 atletas acompañan esta batalla que es más mental que física.

El 08 de noviembre se estrenó en el tabloncillo de Parque Miranda la Superliga Femenina, el primer torneo profesional de baloncesto de mujeres que se realiza en Venezuela desde 2017.

Cinco equipos atendieron el llamado de la FVB para jugar un breve pero intenso campeonato que tiene objetivos muy claros: reactivar práctica femenina y sentar las bases para su evolución.

Durante las últimas tres semanas el Deportivo Anzoátegui (DANZ), Caribeñas de Caracas, Patriotas de Barinas, Yaracuyanas y Pastoras de Lara ha hecho suyo el Gimnasio Joaquín «Papá» Carrillo.

Juegan en paralelo a la Copa SLB, respondiendo incluso a calendario mucho más exigente que deja poco espacio para los errores

Equilibrio entre experiencia y juventud

Todos esos equipos han incluido en sus plantillas a al menos una jugadora de la selección nacional, un combinado que se ha visto muy afectados por las inconsistencias federativas que aquejaron al baloncesto hasta finales de 2019.

Es así como Génesis Rodríguez (Caribeñas), Cynthia Polanco (Patriotas), Dayenlys Veliz (Pastoras), Guadalupe Díaz, Edglimar Montero (Yaracuyanas), Yosimar Corrales y Waleska Pérez (DANZ) han marcado la pauta del torneo.

Otras jugadoras de amplia experiencia, como Edicta Blanco, Yara Angarita, Ignalit Blanco y Yurkia Gallardo, se les han unido con el propósito de demostrar que el baloncesto femenino tiene mucho para ofrecer a Venezuela.

Y desde su amplio conocimiento del juego todas las jugadoras antes mencionadas han aceptado la responsabilidad de guiar al talento joven que se reúne en cada uno de los equipos, en los cuales es obligatorio existan por lo menos tres jugadoras sub17.

La tarea ha sido titánica, pero con los resultados tienen muy contentos a los fanáticos del buen baloncesto, que han empezado a familiarizarse con nombres como:

  • Vanessa Sánchez (18 – Caribeñas)
  • Wilmary Díaz (17 – Caribeñas)
  • Kesy Moreno (20 – Patriotas)
  • Floranghel García (17 – Patriotas)
  • Marian Varrone (17 – Patriotas)
  • Bárbara Pico  (19 – Pastoras)
  • Javianny Cueri (15 – Pastoras)
  • Danielis Ysasis (17 – Pastoras)
  • Darianny Quiroz (19 – DANZ)
  • Alexa Ramírez (16 – DANZ)
  • Karlys Leal  (17 – Yaracuyanas)
  • Josglimar Seco (19 – Yaracuyanas)

Todas, jóvenes que anhelaban ser parte de un torneo en el que pudieran jugar baloncesto de forma profesional. Y que, con cada actuación, demuestran un talento que promete grandes cosas.

“Aquí se está viendo el relevo de la selección nacional… Si se siguen dando oportunidades como esta vamos a encontrar mucho talento y para los compromisos internacionales el país ya no tendrá a disposición a 20 jugadoras, sino a 30 o 40 jugadoras, porque hay mucho talento para el relevo”, consideró Waleska Pérez tras la primera semana de acción.

“En esta liga hay unas niñas excelentes que tienen mucho futuro y aquí estamos varias jugadoras de experiencia apoyándolas y dejando todo en cancha para que todo el mundo pueda darse cuenta de la calidad que existe en el país… Al final lo que queremos es que crezca el baloncesto femenino”, agregó Edicta Blanco, capitana de Patriotas.

Se juega duro y se sueña en grande

Lejos de lo que muchos puedan pensar el baloncesto femenino se juega con tenacidad. En el tabloncillo de Parque Miranda las mujeres pelean cada posesión como si fuese la última y cada una a su estilo ofrece un espectáculo diferente.

Unas presumen velocidad, algunas fuerza y otras una habilidad de salto que supera la lógica de su propia anatomía. Vuelan para encestar, saltan hasta el aro para recuperar un rebote, caen golpeadas y se levantan sin titubeos para seguir corriendo. Discuten con firmeza las decisiones arbitrales y no temen encarar a nadie para pelear un foul.

Lo han hecho todo. Han protagonizado partidos donde los cambios de mando van y vienen, han ido a prorroga e incluso han definido victorias en los últimos segundos con tiros desde la mitad de la cancha.

Las lesiones han estado a la orden del día, algunas no han podido volver, pero otras regresan al tabloncillo sin siquiera poder afincar bien ambos pies.

Ellas también se frustran, gritan, golpean el tabloncillo cuando caen, se desquitan con el balón cuando les cantan una falta. Y todo eso es porque juegan con intensidad, al igual que los hombres.

“La gente cree que porque son mujeres no juegan duro y están equivocados… Lo único que diferencia el baloncesto femenino del masculino son las clavadas, de resto aquí hay que fajarse para ganar y a medida que avanza el calendario el contacto es mayor… Además hay muchas mujeres que tienen una efectividad de tiro superior a la de varios hombres de la Copa SLB”, consideró el coach de Patriotas Carlos Díaz.

“El torneo ha sido muy exigente, muchas veces no hemos tenido ni 24 horas para recuperarnos e igual salimos todos los días a pelear cada partido. He visto chamas cojeando en los entrenamientos, pero volando en el tabloncillo cuando empieza a correr el reloj y eso solo es posible por la adrenalina de la competencia”, agregó Yosimar Corrales.

Un anhelo más grande que el título

En cualquier competencia lo más importante es alzar la copa. Pero aquí es diferente.

En la Superliga Femenina hay un anhelo común que no tiene que ver con el trofeo. Y es que más que ser campeonas las jugadoras desean continuidad.

“Esta liga es algo por lo que se ha luchado mucho en el último año, aunque mucha gente no lo sepa, y hemos batallado mucho para demostrar que hay buen baloncesto femenino en Venezuela. Lo que más deseamos es que esto se mantenga”, opinó Génesis Rivera.

“Las mujeres también jugamos baloncesto y necesitamos el apoyo de los grandes empresarios… Apoyar al baloncesto femenino es apoya la evolución del baloncesto”, insistió Cynthia Polanco.

“Tengo mucha fe, mis expectativas son muy altas, sé que esto puede ser el comienzo de algo grande, tenemos que abogar por que perdure y nos ayude a elevar nuestro nivel de baloncesto para representar como es debido a Venezuela en el exterior… El mundo entero tiene que ver lo talentosas que somos las venezolanas”, concluyó Ivaney Márquez, capitana de la selección nacional de baloncesto femenino y homenajeada principal de esta primera edición de la Superliga Femenina.

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