Morir por un “corazón roto” es totalmente posible

La conocida expresión “morir de un corazón roto” podría tener alguna base en la realidad. De acuerdo a una nueva investigación, en el período de tres meses después de la muerte de un cónyuge, las viudas y los viudos son más propensos a exhibir factores de riesgo relacionados con la enfermedad cardiovascular y la muerte.

El estudio, publicado en el journal Psychoneuroendocrinology, encontró que las personas que han perdido un cónyuge en los últimos tres meses tienen niveles más altos de citoquinas proinflamatorias (marcadores inmunes que indican inflamación en el torrente sanguíneo) y una menor variabilidad de la frecuencia cardíaca (HRV) en comparación con individuos que no habían sido afectados pero con quienes compartían la edad, el sexo, el índice de masa corporal y el nivel educativo.

Un caso similar de “corazón roto” fue reportado en octubre del año pasado cuando una mujer de 62 años en EE.UU. llegó a la sala de urgencias con los síntomas propios de un ataque al corazón. La causa de la dolencia había sido la muerte de su mascota, una perrita Yorkshire terrier.

Globovision