Monseñor Owaldo Araque recibe sus primeras dos insignias episcopales

En un ambiente de gran alegría se vivió este sábado la Eucaristía de imposición solemne del solideo y la cruz pectoral a Monseñor Owaldo Araque, sacerdote de la Iglesia barquisimetana que el pasado 12 de abril fue designado por el Papa Francisco como nuevo obispo de la Diócesis de Guanare.

Sonreír es una de las características más notorias de este elegido al episcopado, y en este día tan especial, lo hizo a cada instante desde su llegada al Santuario de la Divina Pastora, en Santa Rosa, lugar escogido para la celebración en la cual recibió dos de las insignias episcopales, como primer paso hacia su próxima ordenación.

De manos de Monseñor Víctor Hugo Basabe, Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto y Monseñor José de la Trinidad Valera, Administrador Apostólico de la Diócesis de Guanare, recibió así el solideo, colocado sobre su cabeza, que expresa la protección divina y la dedicación del obispo sólo a Dios, y la cruz pectoral que habla de la misión de ser testigo de Cristo en medio de su pueblo.

“En esta Eucaristía damos gracias a Dios por la elección al episcopado del muy querido padre Owaldo Enrique Araque Valero, quien por más de 25 años ha servido a la Iglesia, asumiendo distintas responsabilidades en plena fidelidad y con sobrado ímpetu misionero y pastoral”, resaltó Monseñor Basabe minutos antes durante su homilía.

Mencionó, en ese sentido, que junto a la alegría por la celebración de la Pascua, la Iglesia
barquisimetana tiene motivos muy particulares para alegrarse, porque “después de 26 años sin que sucediera, esta porción del pueblo de Dios se ha visto bendecida por la noticia de la elección de uno de sus hijos presbíteros para que dentro de pocos meses, y en adelante, asuma la conducción pastoral de la Iglesia que peregrina en Guanare, como obispo diocesano”.

A cada frase pronunciada por Monseñor Basabe, resonaban en el templo los aplausos, mientras él se refería a Monseñor Araque diciendo: “Estoy seguro que la Iglesia gana un gran obispo y que las tierras guanareñas se verán altamente beneficiadas por la entrega y el celo pastoral de Monseñor Owaldo Araque”.

“Sabemos de su valía y su amor por la Iglesia de Jesucristo, que peregrina en esta Arquidiócesis y en Venezuela”, añadió. Desde ya, esta Iglesia arquidiocesana pone su ministerio episcopal bajo la protección de nuestra Madre Divina Pastora de las Almas.

Antes de finalizar la Eucaristía, en presencia de miembros del presbiterio, comunidades religiosas, seminaristas, además de familiares, amigos y una nutrida representación de la feligresía que lo ha acompañado en su servicio desde distintas parroquias, Monseñor Araque dirigió palabras de agradecimiento a todos por su cercanía en cada etapa y rogó permanecer en sus oraciones.

“Dios me ha mirado con misericordia”, expresó al agradecer la confianza de Dios y la Iglesia durante toda su vida sacerdotal y ahora al recibir esta nueva misión, que también describe como una gran responsabilidad. Agradeció la presencia de la Santísima Virgen María en su camino vocacional.

Manifestó su gran alegría y agradecimiento por la compañía permanente de sus hermanos
sacerdotes de la Arquidiócesis de Barquisimetano e hizo, además, una especial mención de gratitud a su Comunidad Misionera Alegría y Esperanza, de gran significado para su vida espiritual.

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Invitó a todos a acompañarlo en su ordenación episcopal a celebrarse el próximo 1 de julio en el Santuario de Nuestra Señora de Coromoto, en Guanare.

Nota de prensa