Jennifer Barreto-Leyva, es una modelo de talla “plus”, que lucha en contra de los cánones de belleza que se imponen en América Latina y más en Venezuela, un país que es una fábrica de reinas de belleza.
La lucha de esta venezolana se basa en propiciar la iclusión de mujeres de tallas grandes en las pasarelas donde ya desfilan, pero que de igual forma considera esa presencia todavía precaria. Barreto-Leyva, además de modelo, también es abogado y a través de su postura, combate la discriminación “aspectista” que rechaza a las personas por su peso, color de piel, cambio de sexo o la estatura, “soy la única abogado en Latinoamérica que se ha especializado en derecho aspectista”, así añadió para El Nuevo Herald.
Cuando tenía 16 años de edad, fue a una clínica a practicarse unos exámenes de rutina y estando allí una enfermera le dijo: “esa máquina no aguanta gordos”, agregó. “Salí de allí muy molesta, con la autoestima muy lastimada y busqué en internet recursos para poder canalizar de una forma positiva lo sucedido y me encontré que en español no hay absolutamente nada”, relató la también periodista. Comenzó a escribir una columna acerca del sobrepeso y de otras cosas de “los que nadie habla”. Luego fue invitada a un programa de TV en Venezuela para hablar sobre la discriminación por el peso.
DESFILE DE MODAS DISTINTO
En una de las pausas del programa de TV, la animadora le indicó que no conseguía “gordas en moda”, comentario que usó para realizar un desfile de modas de tallas grandes.
Jennifer, quien es la directora y editora en Jefe de la revista Belleza XL, expuso que “el mundo no viene en una sola talla, ni un solo color, y ese es un mensaje que me parece muy importante transmitirlo”
“Hay muchos mitos en el aspecto de la belleza. Se supone que las mujeres somos flacas, tetonas y una bomba sexy, y los hombres son Pancho Villa, a pesar de la gran diversidad que tenemos las personas”, citó la modelo.
El éxito que tuvo el desfile fue tan grande que decidio incursionar en el mundo del modelaje y su primer trabajo fue para una publicidad en una valla en Washington DC. “Para mi fue como el premio Óscar porque había mucha gente que me llamaban fea, y a la fecha me lo siguen diciendo, y me dicen que cómo alguien como yo tiene la osadía de ser modelo”.
Para esta ex Miss Universo Plus, concurso que ganó en Canadá, su peso no la define sino la gran persona que es.
SECUELAS PSICOLÓGICAS
Para esta modelo, un sólo estigma de la belleza afecta a muchas personas psicológicamente porque se sienten rechazadas e incluso llegan a tomar decisiones extremas.
“Yo recibo cualquier cantidad de mensajes de personas diciendo que se quieren suicidar, que nunca se van a casar, ‘soy horrible, no valgo nada’. Esto es muy grave y eso nos está diciendo que algo tenemos corregir. Es absolutamente imperativo y necesario que se haga un cambio, pero ya, de los estereotipos de belleza: si la mujer es muy delgada está enferma, se está muriendo, si es muy gorda se esté muriendo, si es muy alta es porque es muy alta. Hay muchos estereotipos que hay que derrribar”, manifestó.
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