Antes de convertirse en líder de la Iglesia Católica, el hoy papa León XIV protagonizó una de las curiosidades más inesperadas de la historia reciente del béisbol: su aparición en la transmisión televisiva del primer juego de la Serie Mundial 2005 entre los White Sox de Chicago y los Astros de Houston.
En ese momento, el actual Pontífice aún no era cardenal, y su figura pasó desapercibida para la mayoría. Sin embargo, las cámaras de Fox lo captaron en las tribunas del U.S. Cellular Field vistiendo una camisa de los White Sox como cualquier otro aficionado. No hubo ovación ni atención especial, pero su presencia quedó registrada y, con el paso de los años, se ha convertido en una anécdota notable para los fanáticos del equipo del sur de Chicago.
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León XIV es seguidor de los White Sox y presenció la Serie Mundial 2005
La conexión del entonces desconocido religioso con los White Sox no es un invento reciente. Según fuentes cercanas a su círculo, desarrolló simpatía por la franquicia durante sus años de estudio y estancia pastoral en Estados Unidos. Aunque jamás imaginó que su asistencia a ese juego de octubre lo vincularía a una página histórica del club, hoy su figura forma parte del folclore de aquella Serie Mundial.
El juego terminó con victoria para los White Sox, que eventualmente barrerían la serie en cuatro compromisos, rompiendo una sequía de títulos que se extendía desde 1917. Años más tarde, cuando León XIV fue elegido papa, algunas imágenes de aquella noche comenzaron a circular en internet, sorprendiendo a quienes no sabían de su vínculo con el beisbol.
Lejos de la pompa vaticana y los compromisos eclesiásticos, la imagen del papa León XIV como fanático discreto de los White Sox es un recordatorio de que, incluso en los eventos más grandes, hay historias pequeñas que quedan para siempre.

Hender «Vivo» González
Con información de El Fildeo