Como si fuese su primera campaña, Miguel Cabrera se reportó a los entrenamientos de los Tigres de Detroit con la misma felicidad que en sus inicios, pero con grandes objetivos en mente, entre ellos conectar 23 jonrones para entrar al selecto club de los 500 cuadrangulares.
Además, su ambición va de la mano con su gran estado físico, del cual presumió ayer, cuando se le observó cerca de 10 kilogramos más delgado en relación al 2019.
El criollo admitió que la pasada temporada no fue para nada positiva, ni en lo individual ni colectivamente, por lo que se planteó trabajar horas extras durante la temporada muerta para recuperar varios aspectos de su juego que ha ido perdiendo por culpa de las lesiones. “Me siento como en mi primer día en las Grandes Ligas. Este sentimiento no envejece. Estoy muy emocionado”, comentó Miggy sobre su incorporación a los bengalíes este lunes, cuando también aprovechó para hablar sobre su peso. “Creo que estuve pesado en 2019. Trabajé mucho desde que terminó el año. Siempre tienes que trazarte una meta. La mía fue estar en forma, estar listo para la temporada, y tratar de regresar al 100%”.
Al momento de pisar el terreno, al toletero se le vio agarrando varios rodados en primera base, además de hacer algunos ejercicios de acondicionamiento. Y aunque fue muy poco el tiempo que bateó, bastante bien se le observó.
Una de las limitaciones que tuvo Cabrera el año pasado en la inicial se debió a sus molestias en la rodilla derecha, pero para este 2020 el venezolano parece haber aceptado el hecho de que verá bastantes rotaciones, puesto que ya no es el mismo jovencito de hace diez años.
“Quiero jugar muchos juegos este año. En la primera, donde sea. No me importa. Donde el mánager mi diga, lo voy a hacer. Estoy abierto a cualquier propuesta”, dijo el inicialista muy emocionado al periodista Cody Stavenhagen.
U. Noticias
