Miércoles de Ceniza | Papa Francisco: “La cuaresma es un viaje de regreso a Dios”

Con el Miércoles de Ceniza, se dio inicio al Tiempo litúrgico de Cuaresma para toda la Iglesia católica, periodo que marca que marca “un éxodo de la esclavitud a la libertad”, expresa el Santo Padre

Vaticano | En el día de hoy, el Papa Francisco ha presidido la Santa Misa con motivo del Miércoles de Ceniza, donde realizó el rito de la bendición e imposición de cenizas; la celebración litúrgica fue presidida desde el altar de la cátedra en la Basílica de San Pedro, tal como se han venido realizando todas las eucaristías del pontífice, desde la aparición de la pandemia del Covid-19 en el año 2020, respetando las medidas de bioseguridad y protección para evitar el contagio.

En su homilía, el Santo Padre destacó que “la cuaresma es un viaje de regreso a Dios” en el que nos dice “Vuelvan a mí con todo el corazón”, y da los pasos para ese reencuentro.

Papa Francisco dando incio a la celebracóin litúrgica del Miércoles de Ceniza

La confesión, el primer paso

“¿Cómo proceder en el camino hacia Dios?” preguntó el Papa; es la parábola del hijo pródigo la que guía el inicio del camino a la casa del Padre, pues, mirando a este hijo, “comprendemos que también para nosotros es tiempo de volver al Padre”. Allí vemos que es “el perdón del Padre” el que “vuelve a ponernos en pie”.

Volver agradecidos a Jesús con nuestras heridas

Luego debemos hacer como “aquel leproso sanado” que volvió a Jesús para agradecerle: “todos tenemos enfermedades espirituales, solos no podemos curarlas”, recuerda el Santo Padre; “todos tenemos vicios arraigados, todos tenemos miedos que nos paralizan”. Es necesario “presentarle nuestras heridas y decirle: Jesús, estoy aquí ante Ti, con mi pecado, con mis miserias. Tú eres el médico, Tú puedes liberarme. Sana mi corazón”.

Papa Francisco en la Homilía de la Santa Misa

El Espíritu Santo hace arder las cenizas

En este particular, enseña el Papa que, “estamos llamados a volver al Espíritu Santo”: la ceniza sobre la cabeza “nos recuerda” que somos polvo y al polvo volveremos. Pero el Espíritu, Dador de vida, es “el Fuego que hace resurgir nuestras cenizas”. Redescubramos el fuego de la alabanza, que hace arder las cenizas del lamento y la resignación.

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Tomar la mano de Aquel que se abajó por nosotros

Nuestro camino no se basa en “nuestras fuerzas”, y Jesús lo deja claro en el Evangelio: “lo que nos hace justos no es la justicia que practicamos ante los hombres, sino la relación sincera con el Padre”, el comienzo del regreso a Dios “es reconocernos necesitados de Él, necesitados de misericordia”. Pero no estamos solos, porque nuestro viaje a Dios es posible sólo porque “antes se produjo su viaje de ida hacia nosotros”. Nuestro viaje, entonces, consiste, “en dejarnos tomar de la mano”. Es el camino de la humildad.

Rito de imposición de las cenizas modificado para esta Cuaresma por el Covid-19

La Cuaresma es un abajamiento humilde hacia los demás

“Hoy bajamos la cabeza para recibir las cenizas. Cuando acabe la Cuaresma nos inclinaremos aún más para lavar los pies de los hermanos. La cuaresma es un abajamiento humilde en nuestro interior y hacia los demás. Es entender que la salvación no es una escalada hacia la gloria, sino un abajamiento por amor. Es hacerse pequeños”.

Para no perder la dirección en este camino, “pongámonos ante la cruz de Jesús”, ante “la cátedra silenciosa de Dios”, anima el Papa Francisco. Pues “mirando cada día sus llagas”, reconoceremos “nuestro vacío, nuestras faltas, las heridas del pecado, los golpes que nos han hecho daño”. Ante esa Cruz, vemos “que Dios no nos señala con el dedo”: abre sus brazos de par en par.

Homilía del Papa Francisco (vídeo cortesía de Aciprensa)

AV / Con información de Vatican News