Activistas de diversas organizaciones ambientales navegaron en aguas cercanas al Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono) para enviar un mensaje contra las guerras y la contaminación del medio ambiente. Acusan al Pentágono y su maquinaria de guerra de ser el contaminador más grande del planeta.

“Paren la guerra contra el planeta”, se podía leer en los mensajes de los manifestantes que tripulaban una pequeña flota de botes, canoas y kayaks.

Cerca de cincuenta pequeñas embarcaciones fueron parte de la flotilla que se desplazó al lago frente al Pentágono.

El activismo tiene formas creativas de expresar su descontento con el actuar del gobierno. Tras recibir instrucciones antes de la demostración, se dirigieron hasta el objetivo.

Cabe destacar que la administración de Donald Trump se ha mostrado reacia a reconocer que las causas del cambio climático son producto de la actividad humana, entre ellas, la actividad militar, para la cual Trump ha decidido incrementar su presupuesto.

El activismo asegura que existe una estrecha relación, más parecida a una sociedad, entre el complejo industrial militar, la industria de combustibles fósiles y los políticos belicistas.