Maní, huevo y mariscos: Los alimentos que pueden desencadenar una emergencia médica

En Venezuela, donde la gastronomía es una pieza fundamental de la cultura, las alergias alimentarias representan un peligro constante, a menudo subestimado. No son solo una simple molestia digestiva, sino una condición del sistema inmune que, si no se gestiona adecuadamente, puede ser mortal.

El Dr. Ricardo Romero, alergólogo, subraya la diferencia fundamental entre una alergia y una intolerancia: «Es vital entender que una alergia alimentaria es una reacción del sistema inmunológico. El cuerpo, por error, identifica una proteína de un alimento como una amenaza y lanza un ataque. Esto es muy diferente a una intolerancia, que es un problema del sistema digestivo».

La principal preocupación de los especialistas es la anafilaxis, una reacción alérgica grave que puede ser fatal. «Lo que muchos no saben es que una reacción alérgica puede ser muy grave, incluso mortal. A esto lo llamamos anafilaxis, un estado de emergencia médica que puede cerrar las vías respiratorias en minutos», explica el Dr. Romero.

Reconocer los síntomas a tiempo es la clave para manejar una alergia alimentaria. Los síntomas pueden variar desde leves, como picazón o urticaria, hasta severos, con dificultad para respirar, vómitos, dolor abdominal, y en los casos más graves, un colapso o shock. «Es crucial entender que cualquier síntoma, por leve que parezca, debe ser tomado en serio. Si la reacción progresa, especialmente con dificultad para respirar, se convierte en una emergencia médica», advierte el alergólogo.

Cuando alguien sospecha de una alergia alimentaria, su primer instinto suele ser eliminar el alimento de su dieta por cuenta propia, una práctica que el Dr. Romero desaconseja por completo. «Como médico, mi mensaje principal es que el autodiagnóstico es extremadamente peligroso. Las alergias no son una adivinanza, son condiciones médicas que requieren una evaluación profesional. El primer y más importante paso es buscar el diagnóstico de un especialista, idealmente un alergólogo o inmunólogo».

El diagnóstico correcto es la única manera de saber con exactitud a qué se es alérgico y el nivel de riesgo que se enfrenta. «Evita los mitos o las dietas de eliminación sin supervisión médica», insiste el Dr. Romero.

Las alergias alimentarias más comunes

«Entre las alergias alimentarias más comunes se encuentra la alergia a la proteína de la leche de vaca, una de las más frecuentes en la infancia», explica el Dr. Ricardo Romero. «A diferencia de la intolerancia a la lactosa, esta es una reacción inmunológica a la proteína de la leche. También es común la alergia al huevo, un ingrediente omnipresente en la industria alimentaria».

El Dr. Romero señala que «dos de las alergias más peligrosas son la alergia al maní y a los frutos secos, y la alergia a los mariscos». La primera puede desencadenar anafilaxis con solo una pequeña traza, ya que el maní a menudo es un ingrediente «oculto» en muchos productos. El alergólogo advierte que «la alergia a los mariscos es particularmente riesgosa en un país costero como Venezuela y puede desarrollarse en cualquier momento de la vida, incluso si se ha consumido mariscos previamente sin problemas».

El Dr. Romero concluye con un mensaje de esperanza y responsabilidad: «Vivir con una alergia alimentaria no es una condena. Es una condición manejable. La clave es el conocimiento y la preparación. El diagnóstico médico es el primer acto de amor propio y la mejor herramienta de prevención que existe».

Carla Martínez / Noticias Barquisimeto