Susana Chiramberro, una mujer de Mar del Plata, Buenos Aires (Argentina), es una de las tantas madres que tienen que ver a un hijo atravesar el flagelo de la dependencia de las drogas. Paula Cipriano, su hija, tiene hoy 30 años y su adicción a los estupefacientes se desbordó tanto que su madre tuvo que atarla a la cama para que no saliera en pos de sus proveedores. No obstante, la joven logró escapar de su casa, según informa 0223.Resultado de imagen para madre ató a su hija a la cama para que deje de consumir drogas (VIDEO)

Resignada, Susana especuló sobre el paradero de su hija: “Se habrá ido a las villas a donde va a comprar droga y en unos días volverá”. Y luego agregó: “La anteúltima vez que volvió, estaba como loca queriendo pegarle a la gente. Otras veces las tenemos que entrar porque la encuentran tirada por ahí”

Paula comenzó a consumir drogas duras cuando tenía poco más de 20 años, época en la que se hizo adicta a la cocaína. No obstante, en el último tiempo la situación empeoró cuando la jóven comenzó a fumarla. Luego de siete meses sin consumir, tras acercarse a una iglesia Evangélica, Paula volvió a recaer en en su adicción.

El martes pasado, Susana fue a pedir ayuda a la Justicia de Familia, para que internen a su hija. Junto a su marido tomaron la decisión de atarla a una cama y cerrar las persianas para evitar que se escape y vuelva a consumir drogas. “No sé cómo se escapó”, se pregunta la madre.

“Yo no sé qué más hacer. Ella tiene dos hijos, uno de 13 años y otro de 3, y nosotros los queremos preservar”, sostiene Susana, quien espera la ayuda de alguien para poder internar a Paula ya que, de acuerdo a las exigencias de la nueva legislación de salud mental, hay más requisitos que antes para que la justicia intervenga y ordene una internación compulsiva.

Argentina: uno de los líderes en consumo de cocaína

De acuerdo a cifras del gobierno argentino, a reportes de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) e información abierta al público, cantidades significativas de cocaína ingresan a Argentina desde países como Perú, Bolivia y Colombia. Según estimaciones de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, en inglés), Argentina, con 740.000 casos, alberga al 25 % de los consumidores de cocaína  en todo el territorio que va de América Central a Sudamérica, seguida por Brasil.

Por su parte, un informe de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR) apunta a hechos aún más alarmantes: en términos etarios, la población en la que más creció el consumo de sustancias psicoactivas es en la franja de 12 a 17 años.